De la mano de una de sus agencias de cabecera, Akestam Holst, Ikea ha lanzado un anuncio que promociona una de sus cunas, llamada Sundvik, en cuya parte inferior se incluye un recuadro en el que las mujeres interesadas tienen que verter una muestra de orina para que la gráfica les indique si están embarazadas.

En caso de que el test dé positivo, el precio de la cuna baja y, según publica ‘Creativity’, indica a los impactados por la campaña que esa es la cantidad que pagan por el producto los socios del club familiar de Ikea. Un programa de fidelización al que, por razones obvias, la cadena sueca de mobiliario y decoración les invita a formar parte.

Ikea y Akestam Holst han colaborado en el desarrollo de la campaña con el laboratorio tecnológico de medicina Mercene Labs.

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