Este análisis, según publica ‘Bloomberg’, formaría parte del programa Google Preferred, a través del que los anunciantes pueden acceder a un mayor precio a los vídeos alojados en los canales de YouTube más populares. Así, el análisis permitiría alejar los contenidos inapropiados de los anunciantes que optan por hacer uso de este servicio ‘premium’.

De salir adelante el proyecto, los vídeos se analizarían tanto mediante ‘software’ de inteligencia artificial como a través de moderadores humanos —Google anunció recientemente que tenía un equipo de 10.000 profesionales para comprobar que el contenido de las piezas subidas a YouTube es adecuado—.

Con este movimiento, Google buscaría eliminar el riesgo de los anunciantes de situaciones como la que recientemente ha protagonizado el popular ‘youtuber’ estadounidense Logan Paul —su canal cuenta con más de 15,8 millones de suscriptores—, que subió a la plataforma un polémico vídeo en el que aparecía el cadáver de una persona que se acababa de suicidar.