Este movimiento en pos de la transparencia surge después de que se publicase la filtración de datos de los usuarios de Facebook a la empresa Cambridge Analytica, información que fue utilizada tanto para influir en el referéndum sobre la salida de Reino Unido de la Unión Europea y en las elecciones estadounidenses.

No se trata este del primer movimiento realizado por Instagram tras la mencionada filtración en Facebook. Previamente, la plataforma de fotografía y vídeo ya había cortado el acceso a la API a algunos desarrolladores y había limitado la frecuencia de acceso a otros para recopilar datos sobre los usuarios de la red social.

Esta medida, según publica ‘The Drum’, tiene como objetivo ayudar a los usuarios de Instagram a mantener un registro de la cantidad de datos que tienen en la plataforma y ayudar a Facebook a cumplir con el próximo Reglamento General de Protección de Datos (GDPR).