Unilever lleva desde 2010 dirigiendo el futuro de su negocio hacia la sostenibilidad. Este plan, del que la compañía dice haber cumplido ya el 80% de sus objetivos, está liderado por Paul Polman, consejero delegado de la multinacional. Entre otros puntos, destacan algunos como el uso de electricidad procedente de una red 100% renovable en las fábricas –el año pasado finalizó con un total de 109- o que las materias primas agrícolas provengan de fuentes sostenibles –el 56% ya lo son-.

En estos momentos, Unilever está llevando a cabo un ejercicio de escucha entre sus más de 40.000 empleados para saber cuáles son las prioridades en las que prefieren que la multinacional concentre su atención en los próximos años.

Paul Polman, publica la revista Campaign, ha dicho al respecto de la apuesta de Unilever por la sostenibilidad que “queremos ser transparentes sobre lo que nos queda por hacer. Esto es fundamental, pues la transparencia es lo que da a nuestro negocio su activo más importante: la confianza. En un momento en el que hay una crisis de confianza en muchas instituciones de todo el mundo, nunca ha habido un momento más importante para que las empresas desempeñen un papel de liderazgo en restaurarla”.

En el último año han pasado a formar parte de la cartera de marcas sostenibles de Unilever las siguientes: Wall's, Vaseline, Sunlight and Sunsilk, Dove, Hellmann, Persil, Ben & Jerry's y Pukka Herbs.

En la próxima edición de Cannes Lions, Paul Polman será distinguido con el LionHeart, el galardón que el festival introdujo en 2014 para reconocer el trabajo de los profesionales que, mediante el uso de marcas comerciales, hayan conseguido realizar cambios significativos tanto para la sociedad como para el planeta.