Imagen: Pixabay
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¿Los estereotipos comunes de altos y bajos ingresos son ciertos o hay algunas sorpresas? ¿Hay alguna similitud entre ser un cazador de gangas y tener bajos ingresos? ¿O entre ser un amante de los viajes y tener altos ingresos?

Analizando en primer lugar los datos a nivel global (la media de los 54 países analizados con Live Panel), el 38% de los llamados “cazadores de gangas” en internet tienen ingresos bajos, mientras que el 26% tiene altos ingresos. Evidentemente, hay una diferencia de 12 puntos, pero sorprende ver que más de uno de cada cuatro cazadores de gangas son personas de alto poder adquisitivo. Otro de los arquetipos de personalidad en los que triunfan las personas con bajos ingresos son los “leales a las marcas”: el 13% corresponde a personas con bajos ingresos mientras que el 9% son personas de altos ingresos.

Entre los arquetipos de personalidad donde más triunfan las personas de alto poder adquisitivo, encontramos a los “concienciados con la salud” (39%), “tech early adopters” (44%), y “enfocados en su imagen” (48%).

Centrándonos ahora en el mercado español, de los internautas españoles que declaran sus ingresos (hay que tener en cuenta que el porcentaje de personas que no contesta a la pregunta sobre sus ingresos es alta), los arquetipos de personalidad con consumidores de nivel adquisitivo más alto son los “exploradores del mundo”; es decir, aquellas personas que les encanta viajar y realizan dos o más viajes al año (59%); los "foodies”; es decir, personas que les gusta comer bien y productos de calidad (55%); y los “individuos cultos”; es decir, aquellas personas que les gusta leer y tienen carrera universitaria (54%).  Sin embargo, las personas con bajo poder adquisitivo tienen un porcentaje mayor que el resto de consumidores en arquetipos como “cazadores de gangas” (42% de los consumidores  españoles de bajo nivel adquisitivo encajan en este arquetipo de personalidad). Aun así, en España, entre las personas con bajo poder adquisitivo también hay exploradores del mundo (un 37%); “foodies” (un 47%) e “individuos cultos” (un 33%). Por eso, una vez más, ponemos el foco en la importancia de conocer detalladamente al consumidor de cada producto y cómo dirigirse a él, a través de qué medios, dependiendo del momento en el que se encuentre dentro del ciclo de compra (acaba de adquirir el producto, ni siquiera tiene pensado comprarlo o ya está en búsqueda activa). Una comunicación dirigida y segmentada, basada en el conocimiento del mercado y del consumidor, es clave en el éxito de la venta.

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