Según los datos de la ola 8 del Barómetro Covid de Kantar, realizada entre el 14 y el 18 de agosto, el nivel de preocupación de los españoles respecto a la crisis COVID-19 va en aumento, alcanzando en esta última ola un 82 % de la población que se muestra muy preocupada por la situación. Se trata de una cifra a niveles de abril, momento a partir del cual se había registrado un descenso paulatino de la preocupación.
 
La preocupación por el futuro tampoco ha dejado de subir desde que preguntamos por ella por primera vez en mayo, a excepción de un ligero receso en junio. Un 74 % de los españoles se muestra muy preocupado por el futuro, casi 10 puntos más que hace 4 meses. Los jóvenes entre 18 y 34 años muestran unos niveles de preocupación muy superiores a la media: el 85 % de las personas entre los 18-34 años se muestra muy preocupado por el futuro.

En lo relativo a la posibilidad de un nuevo brote, el 49 % de los españoles se muestran muy preocupados por la posibilidad de que ocurra, cifra que ha ido creciendo paulatinamente en los últimos meses desde el 44 % que así lo decía a finales de mayo. Prácticamente toda la población muestra algún tipo de preocupación al respecto (90 % dice estar muy o algo preocupado) y solo un 2% no muestra ninguna preocupación sobre esta posibilidad.
  
La preocupación existente por la situación hace que sigamos informándonos exhaustivamente sobre la situación, y el 45% de los españoles declara que lee, escucha y ve muchas noticias acerca de la situación, cifra que ha crecido 3 puntos desde la ola anterior.
 
También constata el informe un crecimiento en el número de personas que verifica prácticamente a diario el número de infecciones y muertes debidas a la COVID-19, siendo en esta ola de un 39% (3 puntos más que en la ola anterior).
 
Los españoles nos encontramos divididos en lo relativo a tratar el tema COVID-19 constantemente en nuestras conversaciones, y prácticamente la misma proporción dice evitar el tema (14%) o tenerlo como tema principal de conversación (15%).
 
Borja Marcos, responsable del estudio en España comenta en un comunicado, que "los niveles de preocupación por la situación actual y las perspectivas futuras, lejos de haber mejorado cada vez son peores. Posiblemente con la vuelta de las vacaciones, la vuelta al colegio y al trabajo y el creciente número de casos cada vez es más difícil mantenerse aislado (aunque sea temporalmente) de la situación. Seguimos muy pendientes de la evolución de la pandemia, pero al mismo tiempo (quizás en parte por salud mental) nos planteamos cómo podríamos recuperar diferentes actividades de expansión y ocio".
  
Ante la necesidad de normas para controlar los brotes y evitar la posibilidad de una nueva ola, los españoles se muestran firmes en la idea de respetarlas. 6 de cada 10 españoles (59 %) confiesan sentirse “enfadados” cuando ven a alguien que no cumple las normas de distanciamiento social, uso de mascarillas etc. En este caso son los mayores de 55 los que más enfado muestran ante este tipo de comportamientos ajenos y así lo dice el 63 %.

Respecto a cómo atajar estas situaciones, un 64 % de la población cree que debe multarse a aquellos que no cumplen las normas, cifra que ha crecido respecto a la observada en la ola anterior (62 %). Los jóvenes entre 18 y 34 son los que más están de acuerdo con la idea de multar a aquellos que no cumplen las normas (70 %).