Los frescos, cada vez más en las cestas online
Los frescos, cada vez más en las cestas online

Según los datos del análisis de NielsenIQ, se facturaron 95.000 millones de euros en 2020 en el mercado de los productos de gran consumo en España, lo que supone un aumento del 6,4% respecto al año anterior. La consultora estima que la COVID-19 provocó un exceso de ventas en torno a los 3.100 millones de euros. El aumento del consumo en volumen (+4,4%) demuestra que los consumidores compran más, pero la evolución del precio de la cesta también contribuye al fuerte crecimiento en valor.

El canal online ha sido uno de los grandes ganadores de este año. Impulsada por las condiciones extraordinarias fruto de la pandemia, la curva de ventas en este canal empezó a aumentar ya desde la semana 9 de 2020 (del 24 de febrero al 1 de marzo), prácticamente cuando el consumidor español se vio abocado a un inesperado confinamiento en su hogar, alcanzando su máximo en la semana 17 que comenzó el 20 de abril, sin que desde entonces el nivel de venta semanal de este canal haya vuelto a los valores previos a la pandemia. Para 2021, la tendencia se mantiene y ya podemos observar cómo, el canal online ha crecido un 115% en enero 2021 versus enero 2020. Además, destaca el hecho de que cada vez se hace una compra más completa, incluso los frescos van ganando terreno y los consumidores están comprándolos cada vez más online.

 

El precio de la cesta sube, impulsado por los frescos

Durante este año de pandemia, los productos envasados y los frescos registraron un crecimiento similar en valor (+6,4% y +6,5% respectivamente), pero su comportamiento fue muy diferente en cuanto a los precios, ya que mientras los envasados crecieron principalmente por demanda, manteniendo un precio promedio relativamente estable (+0,4%), fueron los productos frescos los que aumentaron sus precios un 5,5%, incrementando también sus ventas en volumen en un 1%.

Los españoles mantuvieron la despensa llena

Durante 2020, la mayoría de los consumidores pasaron una gran parte de su tiempo en casa y mostraron una clara preocupación por mantener sus despensas llenas. Con el cierre de restaurantes y la restricción de las actividades fuera del hogar, las ocasiones de consumo se multiplicaron y la compra de alimentos en los canales de retail ganó evidente importancia. 

Todo ello se ha visto reflejado en un aumento generalizado de la demanda para las grandes secciones de gran consumo, lideradas por la alimentación envasada que alcanzó un crecimiento en volumen de un 7,8%, y para algunas secciones de frescos como la carne, la verdura o los huevos que estuvieron muy presentes en nuestro hogares. También la categoría de droguería, que incluye productos de limpieza y desinfección para el hogar, tuvo aumentos significativos tanto en valor como en volumen.

 

Previsiones

Patricia Daimiel, directora general de NielsenIQ para España y Portugal, ha afirmado durante la presentación que 2020 ha sido un año de "consumo prestado. El consumo de bares, hoteles, cafeterías y tiendas de conveniencia ha tenido un trasvase al Gran Consumo. En 2021 parte de este trasvase tendrá que volver, pero no se recuperará del todo por el teletrabajo. Que entre el 20% y el 30% de la población trabaje desde casa lo cambia todo: desde dónde compran a dónde comen".  Otro aspecto  que ha destacado Daimiel ha sido la amplia digitalización. "La digitazliación de todas las generaciones no se hubiera dado sin pandemia. Los mayores se han visto obligados".

En cuanto a previsiones, esta experta segura que "el crecimiento a partir de marzo en las semanas comparables a 2020 será menos pronunciado. Además, la recuperación económica también impactará en el consumo en España y aunque se espera cierta normalización cuando las vacunas lleguen a un alto porcentaje de la población, ésta tardará en trasladarse a los hogares, que previsiblemente en 2021 sentirán la crisis con mayor fuerza. Por esta razón, en 2021 se espera cierta polarización del consumidor: por un lado tendremos a aquellos a los que la pandemia les ha impulsado a tener un consumo más digital, omnicanal, que han visto cómo podían disfrutar del cocooning “obligado” y que sin duda no van a dejar de tener un foco en la salud; y por otro lado tendremos a aquellos consumidores más impactados por la crisis económica que maximizarán su foco en precios o en promociones tal y como ya ocurrió en el 2008".