La investigación, cuyos resultados se han presentado en una rueda de prensa virtual, se ha desarrollado en Alemania, España, Francia, Italia y Reino Unido con el objetivo de analizar el impacto de la pandemia en lo que los europeos sienten, piensan y hacen respecto a los coches y a su movilidad. El estudio, liderado por el Automotive Innovation Lab y a cargo de Fjord, se basa en 2.000 entrevistas, precedidas por una encuesta cualitativa a través de entrevistas en profundidad. 

Entre otros datos, el informe señala que, tras la pandemia, la idea de ser propietario de un coche se ha reforzado, una tendencia al alza durante los próximos años, se indica. Así, un 47% de los europeos, que antes decían que no necesitaban un coche, prefieren tenerlo ahora y el 70% no se imagina su vida sin él. El 60% valora más tener acceso ahora un coche propio que antes de la pandemia. Concretamente, los británicos son los ciudadanos que más tienen esta percepción (65%) y los franceses los que menos (53%). Asimismo, la gente ha comenzado a sentir el coche como una extensión de su casa (51%).

Pero, al mismo tiempo, el 46% dice que la Covid-19 les ha hecho más conscientes del impacto ambiental de los coches de combustión. Así, se observa que el 42% estaría interesado en un servicio de suscripción, aunque el precio sería uno de los factores más influyentes, y en un porcentaje notable quieren mantener los nuevos hábitos de movilidad adquiridos durante la pandemia: el 55% ha incorporado el hábito de caminar y el 40% ha incrementado el uso de la bicicleta por tratarse de opciones de movilidad saludables. Por otro lado, los encuestados consideran el coche eléctrico como la mejor solución para reducir el impacto ambiental de la conducción. Así lo afirman el 68% de los españoles, si bien en Alemania ese porcentaje solo es del 32%, al ser un mercado más maduro, con mayor cantidad de coches eléctricos en el parque de automóviles y considerar los efectos negativos de las baterías (cambios cada 4-5 años, residuos, litio…), indica el informe. No obstante, en general el atractivo de los coches eléctricos se ha incrementado y los consumidores lo vinculan al estatus social y a un “aura de lujo”. Casi la mitad de la población europea (44%) aspira a tener uno, y de ellos el 45% prevé comprarlo en los próximos tres años. 

En relación al acto de compra, y a pesar de que la pandemia ha hecho que los consumidores estén más abiertos a desarrollar todo el proceso de compra de un coche online (36%), se sigue valorando mucho (66%) el consejo humano como factor de confianza.

Tendencias 

El estudio analiza algunas de las tendencias que bien podrían determinar la comunicación publicitaria de las compañías del sector.

 

  • Risk evaders, o evitar riesgos como una nueva dimensión de movilidad: el uso del automóvil también se ve afectado por la necesidad de una mayor seguridad sanitaria extendida a todo tipo de actitudes y comportamientos.
  • Car as a Cocooning Space. La parte emocional del automóvil ha ganado protagonismo frente a la más racional y utilitaria. “El automóvil se ha convertido en un refugio seguro para que las personas escapen de las restricciones impuestas por la pandemia”.
  • Non guilty mobility. En relación a la tensión entre los beneficios de poseer un coche y las preocupaciones del impacto ambiental, “la gente busca más insistentemente, las opciones de conducción sin culpa que unan las necesidades personales frente a las ambientales.
  • New Country Side people. Mucha gente está considerando comenzar una nueva forma de vivir más equilibrada fomentada por el trabajo en remoto. Un 38% de europeos está pensando en moverse del centro de la ciudad a áreas suburbanas o rurales. 

Forman parte del equipo de Automotive Innovation Lab: José Ramón Alonso, managing director de Accenture Interactive; Jaime Díez Nogueira, director de marketing social corporativo de Atresmedia; Jose Miguel García Guirado, director Salón Auto Mobile - Automobile (Fira Barcelona); Dylan Williams, chief strategy officer de Droga 5; David Santamaría, head of Industry Telco, Energy & Auto; Jose María Pérez Sastre y Jorge López, strategic partnerships e  industry manager, respectivamente, de Google; Jorge Álvarez-Naveiro, head of brand, marketing, communication and alliances, de Grupo Antolin; Alejandro Lago, profesor Dirección de Tecnología & Operaciones de IESE; Miquel Roca, marketing director del RACC;  Jason Lusty, global chief marketing director de SEAT SA y Pablo Alzugaray, y Joaquim Ramis, CEO y automotive marketing lead, respectivamente, de  Shackleton.  Como se recordará, la incorporación de este último a Shackleton, ocurrida a principios de este año, tenía como uno de sus primeros objetivos, precisamente, el desarrollo de iniciativas vinculadas a la investigación y comprensión de los cambios que se están produciendo en la industria automovilística, con el fin de ayudar a las marcas en esta tesitura. Este estudio es la primera de las iniciativas surgidas en este ámbito.