Instagram lanzó recientemente la funcionalidad de comprar a través de la propia plataforma. No es la única que se ha sumado al social e-commerce, ya que Facebook también coquetea desde hace tiempo con él. Lo cierto es que comprar a través de los medios sociales es una tendencia que crece, pero no está tan extendida como en otras plataformas digitales como la web.

Estudios como el informe de eMarketer titulado "e-Commerce insights", realizado por Bizrate Insights, o la encuesta de Cowen and Company. realizados en Estados Unidos, confirman que los targets más jóvenes son quienes finalizaron el proceso de compra a través de los medios sociales, por lo que se trata de un indicador a nivel mundial del potencial de estos consumidores.

La tecnología y plataformas como Salesforce y Adobe Marketing Cloud permiten tener conocimiento detallado de los usuarios/ clientes, pudiéndoles dar una oferta personalizada de compra que va más allá de los medios sociales. La clave no está en que se pueda comprar a través de los medios sociales, sino en la omnicanalidad de esa compra. Los medios sociales deben ser un canal más de consumo, pero que tiene que formar parte de algo más transversal.

Entonces, ¿por qué no ofrecer la posibilidad de comprar a través de diferentes canales según los hábitos de consumo? Este es el segundo factor clave, ofrecer a los usuarios una oferta personalizada según sus necesidades y hábitos de consumo en medios sociales, web, app o cualquier espacio donde la marca pueda ofrecerle un producto o servicio personalizado.

El 'social e-commerce' es un paso dentro del proceso de digitalización de la sociedad y otra oportunidad para que las compañías puedan seguir conociendo a los usuarios.