Si me pongo a pensar en todo lo que nos ha traído este virus, con el que llevamos ya casi un año viviendo, lo primero que me viene a la cabeza es confinamiento, casa, seguridad, enfermedad, crisis….y luego naturaleza, deporte, familia o terraza.

Mucho se habla de los cambios en los hábitos de vida que nos ha traído el Covid: que si nos hemos convertido en homecentric o casacentristas, que si hemos interiorizado el teletrabajo, que si ha evolucionado el online como en unos 30 años, que si buscamos mejorar nuestro hábitat y nos mudamos a zonas menos urbanas, que si cocinamos más, que si pasamos más tiempo en familia, que si intentamos comer más sano, que hacemos más deporte... La lista es larga y aún me dejo muchos cambios sin nombrar, para no convertir este artículo en un listado ya enumerado por muchos medios. 

Detrás de todos estos cambios y la huella que nos ha dejado la pandemia, lo primero que surge, es que están cambiando los valores emocionales y sociales. Si hace un año lo que primaba socialmente era ser el que animaba todas fiestas, el que abrazaba y presentaba a todos, el que más amig@s tenía, más actividades hacía, más viajaba, etc., ahora mismo, si haces eso eres un desaprensivo y estás excluido de muchos círculos sociales. Lo que nos va a dejar esta etapa, no es solo una crisis sanitaria y puede que económica, sino que detrás hay unos cambios profundos y unos planteamientos sociales opuestos a lo que era nuestra esencia, la esencia española. 

Y… ¡sí! Como dicen también, hay una parte de nosotros que desea que esto acabe y volver a salir a consumir alegremente (la prueba es que las terrazas están llenas), comprarnos ropa y maquillaje, y volver a recorrer el mundo…pero, ¿será como antes?

Un equipo de científicos del Colegio Universitario del Londres, evaluó la formación de nuevos hábitos en 96 personas durante un lapso de 12 semanas. Al hacerlo, descubrieron que, en promedio, el tiempo que tardan las personas en adquirir un nuevo hábito es de 66 días, con una variación temporal de entre 18 a 254 días.

Nosotros llevamos casi 365 desde el confinamiento. Estadísticamente, el Shopper Post-Covid será diferente, y aunque somos perfiles mixtos (desde los más temerosos o resignados, hasta los más empoderados) todos habremos vivido durante un gran lapso de tiempo resignados, frustrados, con miedo… Y en ese tiempo, habremos aprendido a hacer las cosas de otra forma: más en casa, en familia, con más distancia, higiene y cuidado personal.

 

  • Todos buscaremos espacios más abiertos, es el gran momento de reinventarse para los Centros Comerciales, dando más importancia a las zonas abiertas o ajardinadas, donde haya menos masificación y haya un ocio más natural.
  • Seguiremos fidelizados a nuestra tienda de proximidad, aunque podamos hacer compras on-line en formatos más grandes o diferentes. La tienda de proximidad o de conveniencia puede gestionarse y mejorar, pues todavía le queda mucho camino por recorrer en lo que a experiencia de compra se refiere.
  • La gran baza que juega el digital, ahora es enorme, pues es la nueva herramienta de fidelización de una tienda que no sea cercana. La experiencia del on-line en Gran Consumo debe de ser impecable, potenciando la compra de los frescos que siempre han sido el eje de la lealtad, ahora más. Transmitiendo toda la esencia de la marca en la tienda virtual (por ejemplo, si en la tienda física no hay colas, los tiempos de entrega a domicilio han de ser cortos, etc.).
  • Es el momento de desarrollo de todo lo natural, lo sostenible, lo ecológico y las categorías plant based. Son clave para este nuevo comprador que se ha vuelto mucho más consciente con lo que come y cuidadoso con su salud.
  • Por otra parte, la forma de movilizar al shopper asustado y temeroso al punto de venta es la promoción, para ayudarle a cuidar sus ahorros o proteger su presupuesto. Solidaricémonos con él y creemos un vínculo emocional con nuestra enseña o marca.  
  • La conveniencia, el consumo en el hogar y el delivery son una realidad, que han llegado para quedarse. Los formatos listos para comer nos van a seguir solucionando la vida desde el supermercado, y si nos pueden llevar la comida a casa mucho mejor.
  • Ya que el shopper es casacentrista, el hogar tiene que ser lo más cómodo, útil y práctico posible, con zonas abiertas o ajardinadas. Toda la innovación dirigida a la renovación de espacios es bienvenida, de hecho, ya hay una gran tendencia al reciclaje de muebles, alquiler de herramientas, materiales sostenibles… en definitiva, soluciones respetuosas con el medio ambiente.
  • Y pongámoselo todo muy fácil, que además estamos hablando de un Shopper C o Conectado, independientemente de la edad: medios de pago (bizzum ya es una realidad en los comercios), créditos o pagos aplazados para cualquier tipo de compra, la belleza en formato tecnológico o digital, wifi desde cualquier punto o en cualquier punto de venta, contratos o acuerdos de compra de los que sea fácil salir o cancelar, etc. 

 

En resumen: seguiremos comprando, saliendo y viajando… pero de una nueva forma más higiénica, saludable, ecológica y digital.

Señores retailers, fabricantes y marcas, es el momento de acompañar a este shopper en su nuevo viaje a la compra post-covid: un viaje más sostenible, saludable, conectado y consciente, y proporcionarle la seguridad que necesita para comprar más y mejor.