En el año 2008 y coincidiendo con la crisis, Jägermeister decidió cambiar su estrategia de comunicación. Optó por el marketing de guerrilla y construyó una marca con un enfoque único dentro del mundo de las bebidas alcohólicas basado en los jóvenes ‘hipsters’, la música y el ‘underground’.

Gracias a esa estrategia, Jägermeister consiguió incrementar sus ventas un 47% en 2014 y un 41% de media en los últimos tres años, lo que ha hecho que pase de ser la marca ‘cool’ y exclusiva para unos pocos, a la bebida de moda de los jóvenes en 2015.

El reto de Jägermeister era consolidarse como marca entre su ‘core target’ y aumentar las ventas y penetración entre el público ‘mainstream’, sin perder su única y manteniendo su credibilidad. Era imprescindible que no fuera percibida como “el amigo traidor que se había vendido a la masa”.

La campaña debía cautivar a un grupo muy complejo, que desprecia la publicidad, y cuyo nivel de atención está por debajo de 8 segundos, pero que está abierto a la participación y a ser protagonista.

El mundo del tatuaje ya había sido utilizado por Jägermeister para eventos en algunas de las ferias importantes del sector, pero también otras marcas habían utilizado al tatuaje anteriormente. Si Jägermeister quería diferenciarse, debía ir un paso más allá.

Finalmente, se decidió que Jägermeister fuera la primera marca en utilizar la piel de los consumidores como soporte publicitario. Para ello se decidió crear una historia con un contenido de marca atractivo para los consumidores, que fuera capaz de provocar conversación en redes sociales y de ser compartido.

Se necesitaban 120 voluntarios y se presentaron más de 1500. Tras una primera selección y una serie de entrevistas, se seleccionaron los participantes necesarios y se procedió a realizar el ‘storyboard’, los tatuajes y el rodaje.

El cortometraje se presentó en sendos eventos en Madrid y Barcelona a los que asistieron invitados y medios de comunicación y en los que los tatuados fueron las estrellas de la velada. Esa misma noche se colgó el vídeo en internet y, durante la primera semana de campaña, se lograron 4.500.000 de visualizaciones.

Durante la primera semana de campaña se lograron 4.500.000 de visualizaciones y se obtuvo de manera orgánica repercusión en medios masivos –como El País, El Mundo, La Sexta, The Huffington Post– y en especializados en tendencias y estilo de vida –como Neo2, Yorokobu, Playgound, Vice, Fubiz, Esquire, La Mono o Tapas–.

En total, la campaña obtuvo 22.000.000 de impactos con una inversión mínima.

De manera orgánica se consiguió repercusión en medios masivos –como El País, El Mundo, La Sexta, The Huffington Post– y en prensa especializada en tendencias y estilo de vida –como Neo2, Yorokobu, Playgound, Vice, Fubiz, Esquire, La Mono o Tapas–.