En la tienda están disponibles todos los diseños de la firma, desde las Higby, calzado urbano teñido de suelas de colores en armonía con el tono de la zapatilla; las Delta, el estilo retro más alternativo, o la elegancia inglesa de las Merlín. Su sello, clásico y desenfadado a la vez, se ha convertido en la principal característica de la casa.

En palabras de sus fundadores, Jaime Garrastazu y Nacho y Jorge Vidri, la tienda no es solo un punto de venta tradicional, sino un punto de encuentro para los clientes y la marca, sin olvidar, que es la pista de despegue a una inminente expansión nacional e internacional. “En 2019 nuestra apuesta es consolidar la firma en el canal retail, y comenzar la expansión por Europa a través de la colaboración con otras marcas. En la actualidad tenemos abiertos 40 puntos de venta en Alemania, Italia y Portugal mediante el apoyo de diferentes ‘partners’ del sector textil”, asegura Garrastazu.  

Con una facturación de 3.500.000 euros y más de 150.000 pares de zapatillas vendidas en sólo cuatro años, Pompeii, amplía también su línea de negocio. Bajo el paraguas de la marca, la ‘start up’ prevé, además, de su desarrollo en el extranjero, producir nuevas líneas de producto como camisetas, jerséis, sudaderas o trajes de baño. “Queremos exportar una marca española de diseño sencillo, de calidad y a precios asequibles. Por ello, vamos a acelerar los procesos de diseño, fabricación y logística para poder renovar más rápido las colecciones”, afirma Garrastazu. “Además, adaptaremos todos nuestros productos a los diferentes mercados”, finaliza.

Aunque en el establecimiento el principal producto es la venta de zapatillas, también se pueden comprar cordones y calcetines. Además, si algún modelo no está disponible en la tienda se podrá comprar mediante una tableta con los gastos de envío gratuitos.

Cuatro años de éxito

Jaime Garrastazu y Nacho y Jorge Vidri pusieron en marcha Pompeii con una inversión inicial de 18.000 euros y cerraron su primer ejercicio fiscal completo, en 2015, con una cifra de negocio de 550.000 euros. La primera producción que lanzaron al mercado fue de 349 pares de zapatillas, fue el ‘stock’ mínimo que les alcanzó con el dinero que les había sobrado tras crear la marca.

Las ventas del grupo han aumentado progresivamente desde su nacimiento en 2014: concretamente en 2016 estuvieron en torno a los 2 millones de euros, en 2017 alcanzaron los 3 millones de euros, y se prevé cerrar 2018 con 4 millones de facturación.

Con una plantilla de 35 personas, Pompeii, que continúa con su fabricación en España, se ha fijado una meta alta para 2019: crecer un 50%.