‘El hambre que lo cambia todo’ es la nueva campaña de comunicación. ¿Cómo surge esta idea y cuál es el objetivo de la misma?

Esta idea surge tras un proceso de reflexión y actualización de nuestra plataforma de marca. Vimos la necesidad de la marca de tener una plataforma de comunicación que perdurase en el tiempo y sobre la que pivotase toda nuestra comunicación; además esta plataforma trabaja sobre lo que somos: acción y propósito para acabar con el hambre en el mundo, pero desde un tono optimista y vital.

Después de cada campaña, ¿notan un aumento de las donaciones?

Desgraciadamente cada vez menos, cada vez es más complicado movilizar a la gente para que done. La situación actual hace que los españoles estén más preocupados por su futuro y menos dispuestos a donar. De los puestos que he desempeñado, este es el más complejo porque pedimos a cambio de satisfacción, no a cambio de un producto o servicio.

Activa hasta finales de año, ¿qué otras acciones van a acompañar hasta finales de año a la campaña ‘El hambre que lo cambia todo’?

Estamos trabajando en una campaña para Navidad que lanzaremos en un mes aproximadamente y que queremos extender no solo a individuos sino también involucrar a empresas. Es 100% digital y bastante innovadora, pero de momento no puedo adelantar mucho más.¡Os la cuento en breve!

A la hora de sentarse en la mesa con su agencia creativa (Bridges) y medios (Arena), ¿cómo fue el trabajo? ¿qué aportó cada uno?

Cuando me incorporé a Acción contra el hambre, vi que para toda la transformación digital que estamos impulsando en marketing nos hacía falta una agencia de medios/tecnológica y una agencia creativa. Con Arena llevamos trabajando un año y, tras el proceso de reflexión de la plataforma de marca, pusimos en marcha un concurso creativo que ha ganado Bridges.

¿Cómo son las campañas de Acción contra el kambre? ¿Qué tono las caracteriza?

Las campañas de Acción contra el hambre eran similares a otras del tercer sector ancladas en el victimismo, la pena como palanca para levantar donativos. Ahora con este giro buscamos comunicar desde otro lugar, desde la solución a un problema, que no nos engañemos existe y afecta a más de 828 millones de personas en el mundo.

Teniendo en cuenta que en España hay más de 30.000 ONGs, ¿cómo consiguen diferenciarse de las demás y, sobre todo, cómo logran llegar al público?

Este sector es tremendamente competitivo, nosotros somos una organización tremendamente innovadora, invertimos en tecnología y en formación, liderando proyectos tan innovadores como el Sam photo (nuestro proyecto de foto diagnóstico de la desnutrición a través del móvil). Además, mantenemos activos 135 convenios con diferentes universidades españolas e internacionales y celebramos másteres y cursos especializados, y dado el volumen de personas que formamos (16.000 en los últimos 6 años). Nuestro trabajo no es solo actuar en emergencias, que también, nuestro trabajo es actuar ante las causas y consecuencias del hambre desde la anticipación y la investigación. Tenemos un equipo muy profesional, gente que investiga y que desarrolla aplicaciones para prevenir el hambre. Somos una organización que actúa y que va por delante.

Para llegar al público que nos tiene que considerar para luego donar, desde marketing tenemos una estrategia similar al de cualquier empresa privada, el marketing del tercer sector es el gran desconocido y el de Acción contra el hambre es muy profesional. Nosotros no nos podemos permitir invertir un euro que no tenga un roi mínimo de 3€. Los fondos privados que conseguimos a través de nuestros socios llegan a través de canales offline y on-line, de nuestra web, de campañas que tenemos con colegios o el sector de la hostelería. El marketing que hacemos consiste en diversificar nuestros canales de captación y también estar permanentemente creando… ¡no hay tiempo de descanso!

¿De qué manera las redes sociales están ayudando a ser un vehículo para transmitir su mensaje?

Las redes sociales nos ayudan a conectar a nuestros beneficiarios, a las misiones con posibles donantes y nos sirven de altavoz para dar a conocer nuestra causa. Solemos hacer encuentros con el terreno a través de Facebook live, nos funcionan muy bien. Además, nos ayudan a tangibilizar que hacemos, con quien lo hacemos y a ponerle cara a nuestro trabajo. A través de ellas podemos sentir cerca a nuestros compañeros, por ejemplo, de Senegal y a la gente con la que trabajamos allí ponerle cara. Así todo nuestro trabajo desde una oficina en Madrid tiene sentido y merece la pena.

¿Cómo de solidarios somos los españoles? ¿Y los jóvenes de hoy en día? ¿Están más comprometidos con los más necesitados?

Los españoles sí somos solidarios, pero como os decía antes ahora, la situación no acompaña mucho y nos cuesta mucho más que nos donen. Nuestros maravillosos socios, y aprovecho desde aquí para darles un gracias en mayúsculas, son gente de edad media, que por regla general donan a otra u otras dos ONGs. No tenemos mucha gente joven, es verdad que son muy permeables a las causas sociales, pero no pueden tener un compromiso mensual de un donativo.

Con una guerra de fondo que parece que nunca se va a acabar y una inflación disparada que reduce del poder adquisitivo de las familias, ¿cómo se ve el presente y el futuro? 

Si me preguntas a título personal te diría que igual que el resto de españoles, un futuro incierto; si te contesto como Acción contra el hambre, preocupada y ocupada para que no bajen los ingresos de nuestros socios porque sin la ayuda de nuestros socios, donantes, instituciones y organismos no podríamos seguir salvando vidas y lograr que muchas de las comunidades con las que trabajamos puedan ser autosuficientes.

A pesar del contexto complicado y difícil que estamos viviendo, seguimos pensando que erradicar el hambre en el mundo es un objetivo posible. Y estamos convencidos que todavía podemos ser la primera generación que lo logre, por este motivo tenemos que ser optimistas porque cada día de nuestro trabajo merece la pena, y el pensar en negativo no ayuda.