Se considera que los niños representan uno de los principales colectivos de consumidores, que además gastan su propio dinero atendiendo a sus deseos y necesidades; un mercado de influencia que orienta el gasto del dinero de sus padres en beneficio propio, y un mercado futuro de todos los bienes y servicios que, si se cultiva desde ahora, proporcionará un flujo constante de nuevos consumidores cuando éstos alcancen la edad de mercado para una determinada empresa (McNeal, 1992a). Y todavía hay personas que no se creen que hay niños y niñas que piden followers como regalo de cumpleaños.

Hoy en día, todas las marcas tienen el potencial y las herramientas para entender y conectar con el público al que se dirigen, y contribuir significativamente a la sociedad y al planeta como agentes reales del cambio. 

Cada vez que hablo con un nuevo cliente, sea de la industria que sea, y este descubre la importancia de los niños, adolescentes y familias como destinatarios de sus acciones de marketing y comunicación, vuelvo a entender lo complejo, apasionante y necesaria que resulta esta especialización.

Hay muchas marcas que creen que basta con incluir a un niño o un joven en sus anuncios para que éstos se sientan identificados. Error garrafal. Otras, intentan parecer cool, utilizando el mismo código que los peques, o intentando disfrazarse de algo que no son.

Estamos rodeados de marcas viejóvenes que intentan aparentar ser actuales, frescas y vitales, en un acto desesperado por conectar con el público juvenil, y en muchos casos se equivocan por ración doble: porque se dejan verdaderos pastizales en acciones que no tienen retorno, y porque va a ser muy difícil volver a ganarse la credibilidad de este público, ahora y en el futuro.

En los últimos diez años, he aprendido que los peques saben perfectamente diferenciar a las marcas que aparentan ser cool, de las que verdaderamente lo son. Así, como también saben reconocer a la marca que habla su mismo idioma, y la que crea valor real para ellos y para el planeta.

Otras marcas dedican sus presupuestos a estar presentes en los canales preferidos de los jóvenes, como TikTok, Fortnite, Instagram o YouTube, pensando que con eso basta, pero lamentablemente lo hacen con contenidos “forzados” que no resultan naturales, y en la mayoría de los casos, si no estás especializado es muy difícil que sepas diferenciarlo.

He tenido y tengo el placer de trabajar con empresas de todos los sectores, desde bancos, aseguradoras, la Administración Pública, o empresas de automoción, editoriales, juguetes y películas, creando valor entre la marca y los peques y las familias, y puedo asegurar que en todos estos casos, lo que hizo a la marca tomar la decisión de contar con nosotros como especialistas, que sigan confiando en nosotros hoy en día, y lo que nos define, es porque:

  • Estamos en permanente contacto con la realidad de los peques y colegios, y una de nuestras máximas es observar detenidamente el cómo, cuándo y por qué los peques reaccionan y toman unas decisiones u otras. 
  • Los KIDxperts están al día en todo lo relativo a contenidos, formatos, productos y servicios dirigidos a la infancia, y esto hace que tengamos una imagen actualizada de lo que está ocurriendo en su mundo.
  • Nuestros psicopedagogos especializados en infancia llevan más de 20 años analizando todos los procesos psicológicos, evolutivos y de comportamiento de los niños y niñas, y esto nos ayuda a entender su manera de percibir el mundo y sobre todo cómo interactúan con él. Un niño de 6 años, y otro de 8, no tienen la misma manera de percibir y comunicarse, ni siquiera el mismo niño hace un año.
  • La precisión es otra de las fortalezas que más valoran nuestros clientes respecto a cualquier marketero generalista, ya que tenemos medidores de impacto cualitativos y cualitativos que garantizan que el mensaje que reciba el peque se ajuste a lo que la marca espera por su parte.
  • Además de saber cómo conectar con ellos, hoy en día es requisito indispensable conocer los límites y oportunidades legales relativas a la publicidad dirigida a menores (COPPA, GDPR-K, NAOS, PAOS…). En muchos casos, nos encontramos con mensajes o procesos mediante los que las marcas están vulnerando las normas, y además de correr el peligro se sufrir importantes multas que atenten contra la continuidad de la empresa, su imagen queda gravemente dañada por no haber querido escuchar lo que los especialistas les habían sugerido, o por puro desconocimiento.

En muchísimas ocasiones, las propias marcas no son conscientes del potencial que tienen para crear experiencias phygitales que les ayuden a conectar de manera natural con su público objetivo, por que no han sido capaces de ponerse en los pies de su público, ya que para muchos no es fácil ver el mundo como lo hacen los especialistas en niños, adolescentes y familias.

Y tu marca, ¿sabe cómo conectar de manera precisa, efectiva y segura con niños, adolescentes y familias?