Tras su negativa a formar gobierno de coalición con el hoy presidente Pedro Sánchez, Ciudadanos-Ciutadans (Cs) cosechó muy malos resultados en la repetición electoral del 10 de noviembre de 2019: pasando de ocupar 57 escaños en las elecciones del 28 de abril, a ocupar tan solo 10 en el bis del 10 de noviembre. Esta pérdida electoral, a nivel nacional, pero también con su réplica a nivel catalán, ha dado lugar a muchas consecuencias y/o daños colaterales. Quizás uno de los más interesantes es la reubicación de sus políticos y electorado a otros espacios, así como la canalización de éstos a partidos de nueva creación.

Valents. es uno de los ejemplos más claros. La formación, que en sus caras más protagonistas bebe de algunos de los personajes más mediáticos de Cs (Manuel Valls -fundador- o Eva Parera -candidata a las próximas municipales en mayo para Barcelona), presenta algunos elementos que nos hacen pensar en la antigua Unió Democràtica de Catalunya; o lo que viene siendo lo mismo: la antigua “U” de CiU.

El partido, a pesar de proyectar una imagen moderna, sencilla y cuidada desde su web, no da la sensación de estar muy estructurado, si entramos al detalle. Algunos candidatos para los municipios más importantes de Barcelona y su cinturón son fácilmente identificables (Eva Parera en Barcelona, Javier Martín en l’Hospitalet del Llobregat, etc.). Sin embargo, al explorar otras vías de contacto, o intentar averiguar más de su capilaridad territorial, vemos que solamente se presenta una entrada de correo identificable para Barcelona; el resto son todas genéricas. Este hecho contrasta con su movimiento en redes sociales: disponibles en todas las plataformas incluso WhatsApp. Pero ¿qué hay más allá de la fachada digital y las caras más mediáticas, incluida la de su conocido secretario de comunicación, Joan López Alegre, ex-PP?

Si nos fijamos en su claim, “seguridad, trabajo y libertad”, poco tiene que ver con el “humanismo, catalanismo y democristianismo” que defendió el primer partido que intentaba reflotar Unió, Units Per Avançar (Unidos Para Avanzar). Más bien recuerda, o busca recordar al “Trabajos y Libertad” del reverendo Martin Lutheer King. Sin embargo, los elementos discursivos nos indican que los problemas prioritarios para esta nueva formación son aquellos de los que aqueja la sociedad de clase media-alta de Catalunya, mismo target que el de la antigua Unió: inseguridad (rentas, propiedad), trabajo (en el sentido más impositivo de la palabra), y libertad (de nuevo, en relación a las restricciones impositivas al capital). “Reactivaremos la economía y el empleo, creando oportunidades para los jóvenes, eliminando impuestos y atrayendo inversiones, talento y emprendimiento”, reza uno de sus ejes clave.

En cuanto a los elementos más visuales, parece evidente la similitud entre los eslóganes de Unió y Valents.. La tipografía es prácticamente calcada, con una “n” con ninguna diferencia y un color azul que evoca la ideología neoliberal con la que parece quiere asociarse la formación. Atención al detalle de la desaparición del elemento europeísta (las estrellas). Aquí Valents. muestra una ambigüedad, probablemente intencionada, respecto a temas como su posicionamiento internacional (a definir, previsiblemente, dependiendo de los resultados de su primera intentona electoral). Por último, no es menor el punto final: evocando determinación, fuerza en el mensaje y cierre de la discusión.

Veremos hacia dónde nos lleva esta marca y si conseguirá penetrar lo necesario para jugar un papel clave en los próximos comicios. Por el momento, lo que sí podemos avanzar es que, según el último Barómetro del CEO (Centre d’Estudis d’Opinió, el CIS catalán), Cs sacaría hoy entre ninguno y cuatro escaños en el Parlament, mientras que algunos sondeos empiezan a anunciar una posible entrada de Valents.: seguiremos atentos a posibles nuevas marcas derivadas de estas previsiones y a su traducción electoral.