Tras dos años de parón, la industria turística vuelve a ver la luz. Las ganas de viajar están presentes y todo apuntaba a que 2022 sería un año de recuperación. Y, pese a las disrupciones sociales, políticas y económicas que se han sucedido después, así ha sido. En el primer semestre de 2022, los hoteles españoles alcanzaron una ocupación media del 63%, un 118% más que en 2021. Aunque todavía no se alcanza el 72% de ocupación del 2019, lo más importante es que los negocios aprovechen al máximo la oportunidad que supone esta reactivación de los viajes.

Los hoteleros han demostrado ser muy conscientes de ello y han apostado por formas nuevas de aproximarse a los viajeros digitales. Sin embargo, este gran esfuerzo no está siendo debidamente recompensado: el 70% de la reserva de habitaciones de hotel se realiza a través de terceros, agencias de viajes o comparadores online, lo que se traduce en una bajada directa de los beneficios del hotel – de media, los comparadores reciben entre el 20% y el 25% del total de la reserva. 

Entre las acciones que el sector ha puesto en marcha para combatir esta elevada intermediación de terceros están los programas de fidelización, que tienen una rentabilidad muy limitada a casos concretos, o los descuentos adicionales, que suponen que el empresario asuma los costes que estos conllevan.

Otra acción es el marketing digital. Los hoteleros invierten entre un 7% y un 10% de los ingresos de su canal directo en campañas de publicidad en Google o en sitios web, pero, aunque estas acciones ayudan a aumentar la visibilidad online del negocio y, por ende, su notoriedad, no tienen un retorno real de la inversión, ya que la mayoría del tráfico que recibe el hotel sigue procediendo de los comparadores online.

La lección que podemos extraer es: nuevas tecnologías sí, pero acompañadas siempre de una estrategia robusta. Antes de poner en marcha cualquier iniciativa, es vital que los hoteles comprendan el proceso de compra y, por supuesto, que busquen soluciones innovadoras que ofrezcan a sus potenciales clientes la experiencia fluida y sin fisuras que demandan. El resultado final: 250 euros más de ingresos para el hotel, por cada reserva de 1.000 euros.

En Hotelverse lo tenemos muy claro y, por eso, desde el principio, al diseñar nuestros gemelos digitales capaces de integrarse fácilmente a través de la tecnología API en los comercios electrónicos de los hoteles, lo que quisimos es revolucionar el modelo de reserva de habitaciones y los servicios de pre-estancia para mejorar la experiencia que los hoteles brindan a sus clientes y resolver el problema de la intermediación de terceros.

De esta manera, los viajeros pueden reservar la habitación exacta que desean y personalizar de forma completa su estancia mientras comienzan las vacaciones desde el sofá de su casa. Esto hace que, la experiencia de la reserva hotelera deje de ser una cita a ciegas, donde el usuario puede comprender en su totalidad el producto que está comprando. A su vez, los hoteles incrementan el volumen de ventas directas y ven cómo su notoriedad y reputación se impulsan. Sin lugar a duda, devolver el poder de compra al sector y a sus usuarios supone un win-win incontestable para todos.