España cuenta actualmente con una de las infraestructuras de telecomunicaciones más robustas y de mayor penetración en Europa. Y a pesar de que los rankings de digitalización nos sitúan a mitad de tabla, tenemos potencial para llegar mucho más alto. Por ello, en los próximos tres años nuestro avance con respecto a los países europeos será muy significativo. 

La pandemia ha sensibilizado a empresarios, pymes y grandes corporaciones sobre lo importante que es la digitalización para poder desarrollar un negocio. Y aunque actualmente es una gran ventaja competitiva, cuando el mundo entero esté digitalizado, será tan esencial para una empresa como la electricidad. El que no cuente con ella, no podrá trabajar. 

Los cinco puntos imprescindibles para una plena digitalización empresarial

La digitalización implica la adecuación de los procesos de una empresa, de su modelo de negocio, servicios o relaciones con los diferentes stakeholders, a través de sistemas de carácter digital. De este modo, aunque siempre deberán continuar adaptándose a las innovaciones digitales, podemos decir que una empresa está plenamente adaptada al entorno digital cuando aborda cinco puntos fundamentales. 

  • En primer lugar, la cultura digital de la propia compañía, es decir, cuando los trabajadores, los colaboradores y los stakeholders internos emplean y han normalizado el uso de herramientas y contextos digitales para su trabajo diario. Si este no es el caso, se necesitará un cambio cultural. 
  • Asimismo, es importante que nuestro cliente -al cual damos servicio- también se haya digitalizado.
  • Y es igualmente esencial conocer cómo nuestros competidores se adaptan al contexto digital, ya que esto contribuye a que nuestro mercado, no solo nuestra empresa, esté inmersa en el entorno digital. 
  • El cuarto punto son los datos. Estar plenamente digitalizado implica usar los datos de una forma sistemática, tanto interna como externamente. A nivel interno en términos de ventas, mediante los CRMs o el empleo del carácter de los datos como un mecanismo estratégico para generar valor. Y externamente a través de los impactos en redes sociales y entornos digitales para observar cómo se comportan nuestros clientes. 
  • El último aspecto a involucrar es la innovación. Se dice que el contexto digital está adecuado a nuestro entorno cuando también usamos la innovación en herramientas digitales como mecanismo para generar valor con nuestros productos (apps, asistentes de voz, etc.). 

¿Qué vendrá después?

En los próximos años muchas empresas nacerán plenamente digitales y la gran mayoría de las existentes en la actualidad se habrán digitalizado en mayor o menor grado. Pero, ¿qué vendrá después? 

La siguiente gran transformación llegará a través de la inteligencia artificial. Esta automatizará muchas labores y será capaz, incluso, de indicarnos a qué cliente debemos dirigirnos o predecir qué es lo que va a querer una persona incluso meses antes de que lo necesite. De hecho, el contexto cambiará tanto que en el Parlamento Europeo se ha planteado incluso la posibilidad de que los robots coticen a la Seguridad Social.

Se crearán nuevas formas de trabajo, pero el ser humano tendrá que adaptarse a trabajar con estos sistemas que cambiarán nuestro entorno, nuestra forma de crear valor y de diseñar productos. En pocos años empezaremos a escuchar los primeros libros escritos por la inteligencia artificial o los primeros cantantes famosos virtuales. Algo que ya está ocurriendo, pero que en un plazo de entre cinco y diez años será un fenómeno masivo.