La inteligencia artificial ha dejado de ser un elemento de ciencia ficción para convertirse en un componente esencial en las estrategias de digitalización de todo tipo de empresas. Sus aplicaciones son infinitas gracias a la convergencia de diferentes factores: las posibilidades de la nube, la enorme disponibilidad de conjuntos de datos o los avances en el desarrollo de algoritmos. Un reciente estudio global de KRC Research pone de manifiesto que el 84,4% de las empresas líderes en implementación de IA afirma obtener valor empresarial de esta tecnología, utilizándola para ganar eficiencia (80%) y mejorar la experiencia del cliente (44,9%). Y en Microsoft tenemos claro que incluso los propios trabajadores han empezado a ver los beneficios de aplicar esta tecnología en su día a día.

Por ejemplo, los departamentos de ventas ya recopilan, cruzan e interpretan los datos de sus clientes a través de la IA para identificar patrones complejos que escapan de la capacidad de análisis humana. Para ellos, conocerlos bien es fundamental: el 80% de los comerciales que alcanzaron el 150% de su cuota de ventas, o más, han utilizado plataformas basadas en esta capacidad, una prueba del potencial de la tecnología a la hora de conseguir los mejores resultados.

Es evidente que la transformación digital ofrece a las empresas nuevas fronteras en cuanto a movilidad, colaboración y productividad que hasta hace unos años parecían impensables, impulsando sus fortalezas y ayudándoles a generar más oportunidades de negocio. No obstante, en Microsoft apostamos por la ‘perseverancia digital’. Ante un escenario inflacionista como el actual, la digitalización se posiciona como un elemento deflacionista: invertir en tecnología permite a las empresas reducir sus costes en el medio y largo plazo, ya que mejora la eficiencia de los procesos. Esto se traduce en que cualquier empresa, sin importar su tamaño, puede automatizar, simplificar o incluso eliminar ciertas tareas que redundan en una mejora operativa y de resultados económicos.

En mi opinión, los datos conseguidos por los comerciales a través de sus interacciones con los usuarios son uno de sus activos más valiosos. Si se interpretan y se usan para optimizar sus procesos de ventas, pueden propiciar nuevas oportunidades de negocio, ahorrar tiempo al agilizar los acuerdos y ofrecer una visión 360 grados del cliente. Pero para conseguirlo, es necesario que se encuentren actualizados en tiempo real y que se presenten al profesional que los necesita en cada momento de forma ágil e instantánea.

Con esta tendencia en mente, hemos desarrollado nuevas herramientas que introducen la Inteligencia Artificial en todo el proceso de ventas. Es el caso de Viva Sales, que optimiza cualquier sistema CRM del mercado con datos de relaciones con clientes extraídos de Outlook, Teams y aplicaciones de Office como Word, Excel y PowerPoint, creando un sistema sencillo e intuitivo para los comerciales, ya que tienen acceso a toda la información en una misma plataforma. Y, a través de la Inteligencia Artificial integrada, ofrece información y recomendaciones personalizadas: propone mejoras en las relaciones, propuestas de negocio, resúmenes de reuniones, identifica el sentimiento de una interacción o el tiempo dedicado a escuchar o hablar en una conversación con un cliente.

Gracias a la IA, ahora los vendedores tienen en cuenta cada experiencia de usuario para dirigirse a él de forma más precisa y personal, creando una relación de largo recorrido y definiendo mejores estrategias con una sólida base tecnológica como habilitadora del cambio. Es el caso de compañías tan relevantes en su sector como Banca March, que han incrementado en un 20% los contactos con nuevos clientes potenciales. Ha sido el primer banco español en incorporar Dynamics 365 y LinkedIn Sales Navigator de forma conjunta con el objetivo de apoyar su operativa diaria de gestión de ventas. Así, el equipo comercial de la entidad pueden conseguir nuevas oportunidades de negocio: tienen integrada toda la información en función de un cliente y las interacciones de LinkedIn, Dynamics 365 y Office 365, lo que facilita la toma de decisiones basadas en datos para avanzar en las relaciones de ventas.

A nivel nacional, también estamos colaborando con varios minoristas del sector de moda en los que Cloud for Retail reúne fuentes de datos dispares en toda la cadena de valor del comercio minorista y permite a los retailers entender mejor a sus clientes, enriqueciendo los principales procesos de negocio y convirtiendo los datos en información con impacto real en el negocio. Combinando la información offline y online con el comportamiento del usuario, son capaces de ofrecer una experiencia personalizada y de decidir en tiempo real cómo interactuar con ellos, qué propuestas hacerles o cómo planificar su stock.

En definitiva, las empresas que están apostando más decididamente por la IA están aprovechando una ventana de oportunidad por delante de sus competidores, algo que impacta positivamente en su presente y lo hará en su futuro. En Microsoft estamos comprometidos con ofrecer la tecnología segura con la que puedan conocer mejor a sus clientes, capacitar a sus empleados para afrontar los nuevos retos, optimizar sus flujos de trabajo y, en última instancia, reimaginar su negocio a través de la innovación digital.