Según publica la revista Campaign, la agencia americana también ha desvelado que un personaje con siete millones de seguidores puede conseguir 75.000 dólares (algo más de 67.000 euros) por una publicación en Instagram o Snapchat o 30.000 dólares (casi 27.000 euros) por un único tuit.

El interés por conocer estas cifras surgió después de que Kim Kardashian publicara en Instagram un post en el que aseguraba sentirse entusiasmada por haber incorporado a su rutina diaria de cuidado capilar los productos de una marca llamada SugarBear Hair. A raíz de esa publicación, The New York Times publicó un artículo con el que intentó dejar más clara la verdadera relación que existe entre los personajes populares y las marcas, una relación que va más allá del amor que parece transmitir y que es mucho más cercana al negocio.


Para la Advertising Standards Authority, el organismo encargado de regular la publicidad en Estados Unidos, este tipo de publicidad encubierta debe dejar de pasar por una publicación cualquiera de un personaje popular y debe estar claramente marcada con una etiqueta que la identifique como un anuncio.

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