De acuerdo con el estudio, 7 de cada 10 prosumidores dicen estar preocupados por la pérdida de confianza dentro de sus propios países. Además, el 85% cree que la confianza es un valor “raro” hoy en día. Entre otros factores, parecen afectar a la confianza algunos como la proximidad, los valores compartidos o el tiempo.

A partir de los resultados obtenidos, Havas Group presenta una serie de claves alrededor de las giraría la confianza hoy en día:

- Confiamos en las personas de nuestros propios círculos: en el estudio se indica que las personas no extienden su sentimiento de confianza mucho más allá de sus familiares y amigos cercanos. Asociaciones más lejanas -como las conexiones en cuestión de raza y origen étnico, partidos políticos o creencias religiosas- no tienen el mismo peso que en el pasado.

- La desconfianza deriva de experiencias negativas: dos tercios de los prosumidores y de los consumidores tradicionales dicen que confían en alguien hasta que se les da una razón para no hacerlo, por lo que las experiencias negativas provocan desconfianza. Algunas investigaciones concluyen que se necesitan 12 experiencias positivas para contrarrestar una negativa.

- La promesa en los modelos entre iguales (P2P) está perdiendo brillo: los encuestados opinan que las redes peer-to-peer (P2P) no son siempre de confianza. El 79% de los prosumidores del estudio se siente preocupado por la pérdida de líderes de la sociedad en los que se pueda confiar y no está convencido de que las autoridades les digan la verdad.

- Miedo a las noticias falsas: incluso cuando las personas consumen más medios y tienen más acceso a la información que nunca a través de un cada vez mayor número de fuentes, las personas se sienten menos informadas porque no están seguras de las fuentes en las que realmente pueden confiar.

- Los europeos están a la deriva: los residentes en Europa son menos propensos a sentir fuertes lazos con las personas ajenas a su familia más cercana, especialmente en comparación con otras regiones del mundo como Asia. No obstante, en ciertos países todavía se construye la confianza en torno a las influencias políticas y religiosas.