Vivimos en un mundo compuesto por numerosos canales de información que saturan de información a la sociedad. Por este motivo, captar la atención del consumidor es uno de los mayores retos a los que se enfrentan las empresas en la actualidad.

La Economía de la Atención es el término utilizado por los actuales analistas para definir este fenómeno, aunque su autoría se otorga al científico y político americano Herbert Simon, quien sostuvo que la abundancia de información provoca la pobreza de atención, así como la necesidad de seleccionar el foco de atención entre tal sobrecarga de mensajes. Indudablemente, la demanda de información ha aumentado y los consumidores han reaccionado desarrollando sus propios mecanismos de selección y respuesta. La comunicación se ha transformado de un método push, donde las compañías elegían la información que ofrecía al consumidor, a un método pull, donde los consumidores toman el poder decidiendo los contenidos que les interesan. Por esto, nos encontramos ante uno de los mayores desafíos a los que se enfrentan las compañías actualmente.A pesar de ello, la publicidad y el marketing no han desaparecido y la sociedad continúa prestando atención a las nuevas ofertas y campañas publicitarias. Sin embargo, la saturación informativa favorece que muchos de los mensajes lanzados corran el riesgo de no ser escuchados, como resultado de ser relegados a un segundo plano por un mensaje más potente y acertado de la competencia; o lo que es peor, por el rechazo del consumidor ante tanta saturación (quienes incluso pueden llegar a mostrar su frustración a través de canales como blogs). La obtención de un ratio ROI de marketing satisfactorio en medio de este clima no es una tarea fácil. Sin duda, gran número de empresas han gastado significativas sumas de dinero haciendo uso de canales de comunicación incorrectos o perseguiendo a una audiencia que no es adecuada para ellos, o que podrían conseguir mediante otros medios de comunicación. En medio de este campo de cultivo, sólo las compañías más competitivas están aprendiendo a gestionar satisfactoriamente este laberinto de opciones de una manera progresiva y planificada. Hasta ahora, nunca había sido tan importante conceptos como la integración del canal y la consistencia del mensaje. Sin embargo, en este contexto en el que se utilizan múltiples canales de comunicación es imprescindible contar con una infraestructura capaz de manejar las múltiples respuestas y preguntas que se puedan generar. Por ejemplo, aquellos consumidores que opten por la inmediatez que ofrece la web no tendrán en cuenta las respuestas que lleguen con retraso o con cualquier otro servicio que no sea inmediato. Por el contrario, aquellos que prefieren los medios de comunicación tradicionales reaccionarán negativamente ante la solicitud de reacciones o respuestas inmediatas. Por otra parte, la consistencia del mensaje a través de canales también es relevante. Esto no quiere decir que ciertos canales no puedan ser incentivados mediante diferentes ofertas, si no que el tema del mensaje, el estilo y el diseño debe resultar familiar para lograr el reconocimiento de la marca y el recuerdo del mensaje. Por ello, las compañías deben evitar caer en la trampa de pensar que capturar la atención del consumidor es el último objetivo. Existe igual porcentaje de atención positiva como negativa, por lo que aquellas empresas que intenten llegar a toda la población haciendo uso de una amplia gama de medios de comunicación pueden acabar desvirtuando el mensaje y desesperados. Aunque resulte irónico, las compañías consideran que métodos tradicionales como el correo directo y la publicidad son los modos más eficaces de atraer la atención de los consumidores hacia los productos o servicios con presencia en la web. Realmente, la relación existente entre los diferentes canales de comunicación resulta de gran interés. Si echamos la vista atrás recordaremos los inicios de la web donde todas las ofertas se anunciaban cantando o bailando, acompañadas de atractivas imágenes para atraer la atención del consumidor. A causa de la maduración del medio, las páginas web se han transformado, hasta convertirse en espacios fáciles de leer y de utilizar. La Economía de la Atención exige la relevancia de la información y la detección de la oportunidad informativa. El acercamiento al consumidor a través de varios canales de comunicación aumenta el porcentaje de éxito, pero para conseguir su objetivo éstos deben ser dirigidos al público objetivo y calculados para ser recibidos por el consumidor en el momento apropiado. La exactitud de la información es la clave del éxito, las medias tintas no valen cuando se trata de gestionar datos. Muchos caen en la tentación de concentrarse en el contenido y el diseño del mensaje, es decir, en el proceso de creación del mensaje y la entrega del mismo, en vez de en el manejo de los mecanismos de respuesta, los cuales tienen una importancia crítica, aunque sean la cara menos visible de la promoción de la marca. En base a este planteamiento, se puede afirmar que sólo las campañas publicitarias planificadas cuidadosamente y hábilmente ejecutadas tendrán la oportunidad de destacar entre las de la competencia.Indudablemente, la Economía de la Atención otorga mayor poder al consumidor al tener la capacidad de decidir, lo que no significa que la población sea resistente a todas las acciones de marketing. En medio de la saturación informativa los consumidores sólo serán estimulados por aquellos mensajes ideados a conciencia y que utilicen un lenguaje apropiado. Sólo aquellas compañías que atiendan las necesidades de su audiencia lograrán transmitir con éxito su mensaje.