La primera reflexión es que, en este futuro entorno de medios mejorado con 5G, cualquier superficie puede convertirse en un medio de marketing interactivo. Las agencias tenemos el deber de explorar nuevos formatos de publicidad que aprovechen las posibilidades de estos escaparates para las marcas. En referencia, por ejemplo, al inventario de anuncios, la conectividad inalámbrica súper rápida permitirá que las pantallas de gama alta estén disponibles en muchos más sitios, por lo que existirán aún más oportunidades para la adquisición de espacios. La voz, como interfaz principal de los asistentes digitales, permitirá construir relaciones más directas y naturales entre marcas y personas. La robótica, por su parte, se sofistica hasta alcanzar apariencias humanas cada vez más perfeccionadas. Ya estamos asistiendo a su incorporación a la publicidad con la campaña de Cabreiroá, cuya protagonista es el robot más inteligente del mundo: Sophie, a la que pudimos conocer mejor en esta edición del MWC.

El IoT, la realidad aumentada (AR) y la virtual (VR), multiplicarán su oferta, abriendo todo un abanico de posibilidades a sectores como el retail. Las tiendas físicas competirán con el e-commerce, no tanto en transacciones, sino en experiencias sorprendentes para el consumidor. En breve podremos entrar en una tienda y ser guiados por la realidad virtual hasta el lugar exacto de compra, visitar tiendas “simplemente” virtuales, interactuar con productos a través de la realidad aumentada… La generación de contenidos visuales y de voz para hacer esto realidad, será uno de los nuevos retos creativos y de medios para las agencias más innovadoras.