Me descargué la aplicación (lo confieso) un poco antes de su llegada oficial a España. No soy una jugadora empedernida y nunca antes había jugado a ningún videojuego de Pokémon, aunque sí conocía algo de la serie.

Llevo una semana jugando para poder sacar mis propias conclusiones. Además de jugar, me he dedicado a observar a mi alrededor y he consultado vídeos de Youtube, así como al sector más joven y experto en la materia de la agencia. Tras todo este proceso, las anécdotas, curiosidades e hipótesis recolectadas son las siguientes:

En primer lugar Pokémon GO refleja la realidad del entorno en el que se circunscribe. En todos los sentidos. Las ciudades están llenas de Pokémons rata, palomas y murciélagos (Rattatas, Pidgeys y Zubats). Para ver Pokémons más bonitos, tienes que irte a los parques o salir de la ciudad. Como la vida misma.

Siguiendo con la traslación del mundo real en el virtual, he descubierto que el gimnasio de Crossfit de al lado de mi casa es un gimnasio Pokémon. Cada vez que paso por la puerta me pregunto si el dueño lo sabrá y me da la risa. 

Hablando de reírse sola, no he parado de hacerlo desde que empecé a jugar. Los jugadores nos reconocemos por la calle. Oyes hablar de huevos o gimnasios y sabes que no se refieren ni a tortillas ni a la operación bikini. El uso del lenguaje está cambiando.

En mi caso el juego ha hecho que paseara algo más de lo habitual. Teniendo en cuenta el calor sofocante de la época no está nada mal. Además estoy descubriendo rincones de mi barrio que antes no conocida gracias a las Poképaradas. 

Este hecho me ha llevado a pensar que el lanzamiento del juego en verano no tendrá nada de casual y Niantic (empresa desarrolladora de la app) ya prevea una posible bajada del consumo en invierno. ¿Tendrán algo preparado para contrarrestarlo?
  
Desconozco la clasificación interna de targets de las empresas de videojuegos y apps,  pero me he auto clasificado como recolectora y he identificado al target luchador. Me explico: Tengo 178 Pokémons capturados de 250 que pueden llegar a acumularse (aunque solo 38 diferentes). Sin embargo, la lucha es un aspecto del juego que todavía no he explorado. Así que al contrario que en la vida real de momento he huido de los gimnasios. 

Pensando en a quién ha hecho más daño este lanzamiento el primer juego que me vino a la mente fue Candy Crush pero más tarde caí en la cuenta de que los momentos de consumo son totalmente diferentes, al menos en mi caso. Jugando me he dado cuenta de que el rato que dedico a Pokémon GO antes era de Spotify. El móvil roba los sentidos y si voy caminando y jugando, la música me sobra (no quiero formar parte de la lista de noticias por accidentes vinculados al juego). 

Del total de gente que he visto estos siete días andando por la calle con la cara pegada al móvil el 80% estaba jugando a Pokémon GO, el 15% usaba Whatsapp y un 5% eran turistas mirando mapas. No obstante, si miramos los datos en España ha dado fuerte pero no tanto. 

Según Google Trends a nivel mundial las búsquedas de Pokémon GO han llegado a superar las del porno en su pico más alto. España no ha sido el caso. Y otro dato. Justin Bieber ha podido ir a cazar Pokémons por Central Park sin ser reconocido por ningún fan. El Rubius ha hecho lo propio en el Retiro siendo reconocido por varios seguidores. Así que no estamos tan mal (¿o sí?).

Es difícil predecir el tiempo de gloria que vivirá Pokémon GO. Lo que es seguro es que detrás de este, vendrán otros tantos. Se admiten apuestas sobre quién será el siguiente en sacar a los jugadores a la calle. ¿Harry Potter? ¿Star Wars? 

De momento, poned a incubar los huevos, salid a caminar y ¡haceos con todos!

 

Por Azzahra López, Senior Digital Strategist de BBDO.