Nueve de cada diez usuarios de Facebook acceden a esta red social desde su 'smartphone'. Dos de cada tres usuarios de Banca Digital también la usan a través de este dispositivo. Y en muchos otros sectores las cifras son similares. Quedan pocos negocios que no sean conscientes de la importancia que tiene el teléfono móvil para sus estrategias, así como también quedan pocos negocios que no utilicen los datos para decidirlas. Y, pese a todo, cuando unimos estas dos variables vemos que todavía queda un largo camino por recorrer.
La realidad de muchas empresas es que no tienen un método eficaz para medir el éxito o el fracaso de las acciones que están desarrollando en el canal móvil. Las causas de esta problemática son diversas, aunque hay dos que destacan por encima de las demás: la incomprensión de alguna de las métricas clave y la precisión de la información que requiere este dispositivo.
Como ocurrió en los primeros pasos del mundo digital, las empresas que llevan poco tiempo desarrollando sus estrategias mobile cuentan con más información de la que pueden analizar. Gracias a la tecnología, es posible conocer el tiempo y las visitas de los usuarios a lo largo del día, los momentos en los que se conectan, los lugares más frecuentes o los perfiles sociodemográficos. Pero no todos saben cómo convertir estos datos en información útil para tomar mejores decisiones. La organización de los datos y la comprensión de los mismos es fundamental para conseguirlo.
De todos los que existen, hay una serie de datos sobre los consumidores 'mobile' que dan información clave para los negocios. El indicador principal es el porcentaje de usuarios diarios (DAU) o semanales (WAU) de la aplicación de cada producto o servicio, que da una imagen fiel del valor que les está aportando. También las valoraciones y los comentarios en las app store permiten entender sus inquietudes. Y un aspecto que marca la diferencia es contar con información tanto del sector como de la competencia. Y de esta forma, para tomar las decisiones no sólo en función de los datos, sino teniendo en cuenta el contexto y las tendencias del sector. Ahí puede estar el motivo por el cual una decisión es acertada o errónea.
Entender los momentos más importantes para los usuarios que constituyen el 'target', comprender qué significan los tiempos por sesión que tienen o incluso conocer sus intereses principales resulta clave a la hora de plantear cualquier estrategia. Si los datos son precisos, la capacidad que tenga la empresa para entender su importancia y saber cómo aplicar esa información a su negocio puede decidir el rumbo de la compañía. Así lo han permitido los avances en 'Big Data'. Esto unido al factor humano para extraer conclusiones supone un cóctel de lo más beneficioso para obtener el éxito en cualquier empresa.
Lola Chicón, Chief Global Insights & Marketing Science Officer de Smartme Analytics