Hace solo unos meses parecía que el éxito o supervivencia del sector de automoción se dirimiría en torno a las alternativas de motorización, a cómo sustituir el combustible fósil, o al menos rebajar las emisiones de CO2.

Sin embargo, parece que esta es una guerra con resultado ya definido, aunque este no sea aún del todo visible para un público que anda aún muy confuso con la variedad de soluciones: eléctricos, híbridos, gas de un tipo, gas de otro, biocombustibles, etc.

Pero realmente, donde está el gran interrogante del futuro es saber quién terminará siendo un mero “cacharrero”, y quién pondrá la inteligencia para el movimiento de un vehículo capaz de llevarnos y traernos por sí mismo. 

¿El tuyo es iOS o Android? Esta pregunta podría ser muy similar a la que en pocos años nos hagamos, pero no para hablar de nuestros 'gadgets' electrónicos, sino de nuestros automóviles. Efectivamente, la conducción autónoma de los vehículos hará que cambie el rol de las actuales marcas de autos. Y pinta que estas no lo van a tener fácil. 

Basta recordar cuando casi todos los fabricantes de teléfonos móviles funcionaban con su propio sistema operativo. Poco a poco se fueron unificando hasta que, con la “muerte” de Blackberry y Windows Phone, de facto la cosa se quedó en una dupla. 

Así, una de las fichas importantes en el juego parece que ya está reservada a Google (cámbiese en este caso Android por su otra filial Waymo), pero… ¿quién será el Apple de la automoción capaz de fabricar, aplicar, mantener y rentabilizar un sistema de movilidad propio? 

En estas están luchando los nuevos de la clase como Tesla, pero también otras grandes corporaciones centenarias como Daimler, Volkswagen, PSA, etc., que están saliendo del taller para tratar de transformar su papel en el de prestador de servicios de movilidad total. 

También están los reconvertidos como la británica Dyson. Si el Sr. Toyoda en su día convirtió su negocio de máquinas de coser en el exitoso fabricante de automóviles que es hoy -Toyota-, Sir James Dyson quiere hacer lo mismo partiendo de sus fantásticas aspiradoras y patentes. Y cree tanto en ello, que lo está apostando todo para ser la alternativa europea de Tesla. 

Como se ve, la partida tiene muchas y buenas interrogantes.

Por cierto, otro día hablaremos de si finalmente nosotros terminaremos comprando esos locos cacharros con ruedas, o si sólo los usaremos a conveniencia. Pero esta es otra predicción distinta.
 

Alberto Pastor Esteban, CEO de Garlic B2B