Pensaba dejarlo estar. De hecho son causas perdidas, pasadas de fecha, pero la lucha política ha convertido el plagio y el corta y pega en materia de actualidad y algunos allegados me han animado a no dejar pasar algunos casos muy evidentes de plagio, copia o inspiración creativa, para aviso a navegantes de nuestra querida profesión.

Empiezo por un asunto que viene de antiguo, pero es una espinita que llevo clavada desde que se me ocurrió la controvertida y comprometida frase “De fruta madre”. Me pasó de todo. Para empezar, tropezó de lleno con la censura pura y dura que TVE mantenía bajo el eufemismo de comisión de consulta y vigilancia, que hoy en día parece cosa de la Alemania Oriental. Muchos lectores no la habrán conocido y sufrido o habrán corrido un estúpido velo para hacerse los modernos.

El caso es que la frase fue tachada y no cabía recurso de apelación. Apareció intacta en publicidad exterior, pero en televisión quedó reducida a un candoroso “Mamamá, de fruta mamamá”, entonado a ritmo de una musiquita ad hoc por un coro de niños cantores, que bailaban con mucha ilusión.

Aprovecho para matizar un comentario de D. Carlos Herrera en su programa en COPE, al que algún colega y por tanto enemigo informó de manera malintencionada de que el público había rechazado la frase original y la cosa había fracasado. Nada más lejos. Fue la censura la única que impidió su difusión. De hecho, la campaña fue un éxito, sobre todo para la niña cantora principal, por cierto, hija del director comercial de Cofrutos, que hizo una gira triunfal por América, en plan OT.

Pero a lo que voy es a que la frase fue copiada o asimilada unas cuantas veces. La primera, como título de una cadena de fruterías. Luego, la cambiaron por el poco afortunado Ay madre la fruta. No sé quién les hizo rectificar, no fui yo. A mí lo de las fruterías me hacía cierta gracia. La última en la que vi el rótulo con mi frase fue en el Paseo Marítimo de Bayona (Pontevedra). Lugar encantador. Lo que me hizo menos gracia fue el aprovechamiento descarado para lanzar en España la firma líder de los caramelos en USA, Skittles, que se presentó con esta dulce promesa:

Caramelos de fruta madre.

Con dos… limones.

Ya sé que la multinacional no conocería la frase previa ni su connotación, pero sí la agencia local que se la presentó como propia y original. La verdad es que, en este caso, no han sido solo las agencias las que han captado y repetido la frase. También la gente la ha asimilado y se utiliza en las conversaciones familiares y amistosas. Siempre está bien que una expresión publicitaria se incorpore al lenguaje coloquial. De fruta madre. 

Andando el tiempo, apareció en la prensa profesional –con mucha frecuencia- la página de Infoadex con el lema "El que sabe, sabe". Me han dicho que proteste por su cercanía a mi eslogan “El que sabe, Saba”. Nada que ver, no es plagio, porque la frase ya estaba ahí, pero así, sin creatividad, no tiene gracia, ni guiño, ni evocación de marca. Lo dicho: nada que ver.

Lo único que puedo reprocharle a una firma que estudia tanto y tan bien la publicidad es que no haya encontrado a alguien que sabe para titular su anuncio.

Gordo

Pero el caso de copia más gordo que me ha pasado ha sido el de Lotería Nacional. O sea, fue el gordo de la Lotería. En la agencia habíamos creado diez años antes la campaña “Cuidado, que toca”, en la que una serie de personajes advertían a otros del riesgo de prometer cosas “si me toca”, porque en este caso sí que toca. La campaña fue bien completa: televisión, prensa y radio. Pues bien, una década después sale una campaña idéntica. Mismo planteamiento, mismo eslogan y lo más gordo es que ¡era de la Once, su tradicional competencia.
Cuando reclamamos al anunciante, hay que reconocer que no dio la cayada -perdón, la callada- por respuesta. Gracias, Javier. Pero la verdad es que la disculpa se limitó a una excusa por teléfono, amparada en el lugar común de las coincidencias en publicidad. La agencia, una señora agencia muy respetable, no se inmutó, se apuntó a eso de la coincidencia.

Para no calificarlo yo, transcribo lo que dejó escrito alguien, que no conozco ni sé quién es (firmaba OHMAYGOT), en el Mentidero de Anuncios.com: “Pero bueno, es que nadie se ha dado cuenta que ese concepto y esa campaña de la ONCE para esta Navidad ya la hizo Ricardo PÉREZ para LOTERÍAS hace 10 años!!!! Idéntica. Lo mismo. Dónde están los análisis de competencia, los estudios de mercado… qué cara van a poner los ‘planners’, los directores de cuenta, los creativos o el presidente de la Agencia que ha metido la pata hasta el fondo”. El resto, despreciativo para la agencia en cuestión, no es elegante reproducirlo.

Total, que ya han pasado los meses y el asunto se ha quedado así: ¡tres adjudicaciones de campañas más para la agencia copiota y una excusa sin más para la original! Hay quien dice que, a veces, más que plagio, es homenaje. La verdad es que hubiera preferido otro tipo de reconocimiento. Dicho sea todo esto sin acritud, no nos parezcamos a los políticos que se echan en cara los plagios en sus tesis y másteres con agresividad y aviesas intenciones.

No es -o no debe ser- nuestra política.

Ricardo Pérez, presidente de Ricardo Pérez Asociados