La sostenibilidad ha cobrado una relevancia sin precedentes en todos los sectores, y la industria de los envases no es una excepción. Como empresa distribuidora de envases desechables para el reparto de comidas y bebidas, consideramos muy importante abordar la situación del packaging respetuoso con el entorno y analizar cómo las marcas y los consumidores lo perciben. Desde nuestra llegada al mercado, en 2006, priorizamos estos productos para minimizar nuestra huella en el planeta ya que entendimos desde el comienzo que el cuidado del medio ambiente es una necesidad ética, además de una estrategia comercial inteligente para mantenernos competitivos.

Es innegable que cada vez más restaurantes, cafeterías y empresas de catering están mostrando interés en adoptar prácticas sostenibles, incluyendo el uso de productos amigables con el planeta como bolsas de papel, vasos de cartón, cubiertos de maíz o pajitas de madera. Las marcas perciben los recipientes ecológicos para take away como una oportunidad para mejorar su reputación y posicionarse como empresas responsables. Con estos productos fortalecen su imagen corporativa, satisfacen la demanda de los consumidores preocupados por la naturaleza y logran diferenciarse de la competencia. Además, son clave para cumplir con las regulaciones ambientales, como la Ley de Residuos o la recién aprobada en el Congreso Ley contra el Desperdicio Alimentario, que abogan por el uso de envases ecofriendly para el transporte o entrega de comida.

Los consumidores, cada vez más informados y concienciados con el medio ambiente, han elevado sus expectativas en cuanto a sostenibilidad. En el ámbito de la comida para llevar, la demanda es creciente en cuanto a bolsas, cajas, vasos o platos que sean reciclables, biodegradables, compostables o fabricados a partir de materiales naturales como el cartón, la caña de azúcar, el maíz o la hoja de palma, en los que Envapro se posiciona como referente en el mercado. El consumidor percibe los artículos ecoamigables como una forma de reducir su impacto en el medio ambiente y contribuir a la preservación de los recursos naturales.

Es cierto que la implantación de envases ecológicos puede implicar un desembolso inicial mayor para las empresas. Esto se debe a que los materiales utilizados para su fabricación, como el papel reciclado, la caña de azúcar o los plásticos biodegradables, suelen ser más caros que los tradicionales. Además, la inversión en tecnologías y procesos de fabricación sostenibles también pueden requerir una inversión adicional. Sin embargo, es importante considerar el coste a largo plazo. Los productos sostenibles ayudan a las marcas a reducir costes derivados de la gestión de residuos y a evitar sanciones por incumplimiento de regulaciones ambientales.

Mirando hacia adelante, el packaging ecológico ofrece un horizonte prometedor. Ante una creciente conciencia ambiental y una normativa que sopla a favor de lo sostenible, las perspectivas de crecimiento se dibujan cuando menos sólidas. La sostenibilidad se dibuja clave en la elección de productos y marcas, y esta tendencia es un impulso adicional para las empresas instándolas a proporcionar alternativas responsables.