En una situación tan cambiante como ésta, en la que sectores enteros de actividad están en entredicho, la búsqueda de alianzas estratégicas para dar un salto en competitividad va a ser cada vez más recurrente. Y el mundo de los medios, tan cercano al de la publicidad, debería ser uno de los más proclives a intentarlo.
Veamos por ejemplo dos casos: los diarios y la televisión. En el primer medio, a cuya evolución en España dedicamos en este número un informe especial, vive en plena convulsión por enfrentarse como sector a decisiones clave para su supervivencia. Los lectores, como explicaba hace meses Mario Tascón en estas páginas, se han trasladado ya masivamente a internet como medio de información, pero la publicidad no lo hace en la misma medida. Así, mientras las ediciones on line de los diarios (y los diarios nativos on line) están acostumbradas a ver crecer su tráfico mes tras mes, sus cuentas de resultados, en el caso de tenerlas por separado, siguen negándose a entrar en números negros. Dado que las ediciones en papel están igualmente en precario, las soluciones que se presentan son dos, igualmente heroicas: cerrar la edición en papel –cosa que se ha hecho ya habitual en EEUU- y adaptar estructuras a la nueva realidad, o cerrar la edición on line (algunos ejemplos existen) para al menos soltar lastre de costes. Y lo que parece que se barrunta en ya es una tercera vía: terminar con el imperio de la gratuidad en internet. Pero, para ello, como decíamos al principio, los editores van a tener que aliarse si la prensa on line en su conjunto quiere resultar tan atractiva y conveniente como para convencer al usuario de que merece la pena pagar por ella. Hacer la guerra cada uno por su cuenta sería repetir el fracaso. Hablamos de compartir plataformas de pago, como se están estableciendo en EEUU, que generen a los lectores la mínima molestia para conseguir la mayor oferta y la mayor conveniencia: un solo registro una sola vez, posibilidad de suscripciones por temas o secciones en diferentes títulos, por tiempo de conexión, micropagos universales etc. Hablamos de poner en marcha o al menos compartir una misma plataforma para la descarga de ejemplares en los nuevos lectores digitales, etc. En este sentido, parece que las televisiones han tomado, nuevamente, la delantera. El éxito de Hulu, el portal de vídeo creado por varias grandes networks estadounidenses, ha cosechado un éxito inesperado en EEUU y no sólo de audiencia, sino también de anunciantes, ya que estos lo están prefiriendo claramente a sitios de videos aficionados como YouTube. Siguiendo esa estela, las principales cadenas generalistas españolas están negociando con Abertis la creación de ese hub compartido en el que explotar sus contenidos en diversas pantallas. Y así podríamos seguir señalando ejemplos de cómo el nuevo entorno está favoreciendo la búsqueda de alianzas. Este había sido un fenómeno recurrente en todas las crisis anteriores, pero internet y los nuevos medios han venido a agudizarlo