Sonidos, imágenes o gestos ignorados por nuestros comportamiento y atención conscientes, lo que el autor de este artículo denomina señales periféricas, pueden ser factores clave en el éxito de una pieza publicitaria.

Se trata de una tercera dimensión (que no debe ser confundida con la traída y llevada publicidad subliminal) cuyos efectos pueden ser detectados, gracias a la biometría, mediante el control de las reacciones de la mente y del cuerpo. Una investigación realizada sobre el famosísimo spot Balls, de Fallon para Sony Bravia, sirve para ilustrar las explicaciones del autor.Leer el artículo pinchando aquí.