Hay marcas que se quedan para siempre agarradas a nuestro corazón. O mejor dicho, a la cabeza en forma de chips neuronales, como diría Marçal Moliné. Las hay capaces de sobrevivir a la muerte de su producto y quedarse tan frescas esperando a que alguien las resucite. Por ejemplo, las marcas españolas de motocicletas. Hubo un tiempo en el que eran líderes en mercados tan difíciles como el estadounidense. Ese breve momento de gloria fue suficiente para que uno todavía descubra sorprendido sus logotipos en la ropa de algunas estrellas de cine. Imaginemos lo que siguen significando para el público español. Ser de Montesa Impala, o de Bultaco Metralla en los años Sesenta y Setenta era como ser del Madrid o del Barça.

Su principal inversión publicitaria era la competición y marcaron a fuego a muchas generaciones de españoles. Hoy cada una tiene su presente. Derbi está en manos de Piaggio y sigue siendo líder española en ciclomotores con marchas, pero es la excepción. Hay otras dormidas, esperando a salir de su limbo. La propia Derbi se hizo cargo de Bultaco, pero su intento de reflotar la famosa Lobito fue fallido. Ahora sirve para vender ropa, cascos y accesorios (www.bultaco1959.com), aunque no esté disponible la cazadora de Demi Moore en Una proposición indecente.

Con Ossa (www.ossafactory.es) pasa otro tanto, si bien su catálogo es más pequeño (y su web mucho más elaborada). Montesa, marca propiedad de Honda, tiene sus webs de fanáticos (por ejemplo www.montesaweb.com) pero su marca sólo ondea (nunca peor dicho) en modelos de trial hiperprofesionales, quizás para respetar algún viejo compromiso. Sanglas, por último, tras pasar brevemente por las manos de Yamaha, sestea en http://www.sanglas.es/.

Es decir, las compras de las fábricas españolas sirvieron como cabeza de puente para la introducción de las japonesas, pero en ningún caso éstas tuvieron mucho interés en explotar la fuerte ligazón emocional, incluso internacional, de sus adquiridas. Por el contrario, algunas marcas británicas, sin apoyo nipón, sí han sido capaces de renacer de sus cenizas: Triumph, hace ya años, y más recientemente la legendaria Norton (http://www.nortonmotorcycles.com/). Y es que, el valor de una buena marca dura lo que duran sus amantes.


David Torrejón, director editorial de Publicaciones Profesionales