El lema “Do The Ton” congregaba a miles de motoristas ingleses en los años 50 a realizar desplazamientos en moto a la velocidad de 100 millas por hora, dando origen a un fenómeno hoy conocido como café racers. Para la mayoría, la imagen más conocida de la moto es la de la película "Easy Riders" protagonizada por Wyatt (Peter Fonda) y Billy (Dennis Hopper), dos jóvenes que se embarcan en un viaje cruzando Estados Unidos tras comprar unas motocicletas y emprenden un viaje en el que conocen diversas facetas de la sociedad estadounidense. La moto siempre ha mantenido un gran poder de convocatoria y espíritu de compañerismo.
Motos y comunidades siempre han estado relacionados y desde la popularización de los primeros grupos de noticias y todo tipo de foros en Internet donde seguir explorando territorio, hablar de mecánica, de equipaje y ropa de moto, comprar y vender, o experimentar y transformar nuestra máquina a nuestro antojo. Esta congregación de auténticos aficionados por supuesto que tiene su homólogo en el automóvil, pero la moto siempre ha tenido un espíritu de libertad que no ha conseguido ningún otro vehículo de motor.
Tras la fuerza de los foros “moteros” hoy se suman nuevas comunidades con el avance de las redes sociales más conocidas, que principalmente facilitan su uso principalmente a dos nuevos tipos de usuarios, que integran la moto en su forma de vida, y también a las más jóvenes generaciones que han crecido junto a ellas y se han familiarizado enormemente junto a Facebook y Twitter. Es por ello por lo que los temas de conversación, el tono, y las normas de cortesía de los nuevos moteros que van asomándose en las redes sociales es muy distinto de los “foreros”, aunque lógicamente en muchos casos se solapa y comparten sus intervenciones en uno u otro medio social.
A pesar de la buena presencia mundial en redes sociales de importantes marcas de motos como Harley Davidson y Vespa, por poner un ejemplo, hoy por hoy las marcas de motos en España aparecen tímidamente en redes sociales, y si lo hace es con un sentido promocional. En Kymco estamos investigando un camino muy diferente, y en mi opinión el más acorde con el origen y el sentido de una red social, que no es otro que el generar una dinámica colaboradora a favor de la comunidad. Se genera el fenómeno de ser prosumidores. Fomentamos completamente la conversación, figurando en un segundo plano y anteponiendo las aportaciones de los fans.
Marca y producto tienen igual significado, y por ello hemos fomentado el generar grupos por usuarios de distintos modelos de Kymco, previamente a la “fan page” en oficial de Facebook, compartiendo similares cuestiones en torno a sus motos, lo que nos proporciona directamente la voz de la calle, un crowdsourcing de referencias muy valiosas para nuestra gestión de la empresa o del producto. Los principales logros de nuestra experiencia en Facebook se dividen en dos, además de generar operaciones de venta gracias a la recomendación, los fans generosamente nos hablan de no pocos detalles de mejora de producto lo que supone una continua y valiosísima investigación de mercado.
Más difíciles son los objetivos en Twitter, aunque es un fantástico canal para seguir hablando de motos y de lo que hacemos con ellas. Queremos encontrarnos con nuestros clientes, y que nos cuenten qué les sucede siempre que quieran. Nuestro Twitter está abierto prácticamente a todas horas porque, además de información y entretenimiento. Twitter es para Kymco su vínculo en directo con sus usuarios de sus scooters.
Vemos un campo amplísimo con los nuevos –y fáciles– medios de socialización. A pesar de ser algo muy nuevo en el campo de la comunicación, de seguir abierto el debate y ser cuestionados, lo más importante de las redes sociales es su facilidad para adaptarnos a su uso cotidiano, como tantas veces ocurrió con otros dispositivos electrónicos. La moto, que siempre ha tenido un carácter gregario, ha encontrado su mejor aliado en las redes sociales, en donde casi mejor que sumar “me gusta”, debe servir para llevarnos hacia el garaje, cambiar la silla por el sillín y encontrar acompañados nuevo rumbo al horizonte.
Carlos Muñoz es Community Manager de Kymco