Levantarse en Nueva York, acostarse en Shanghai. Salir al día siguiente para Londres. Desde allí una semanita de viajes de un día a Madrid, Frankfurt, París…En cada sitio, sentarse en una sala de reuniones y ver anuncios, mostrarse simpático y soltar una arenga entusiasta sobre el valor de la creatividad, su importancia y la necesidad de creer en uno mismo por encima de consumidores huidizos y clientes mediocres. Ir a comer a algún sitio espectacular quizás con algún cliente especial al que epatar con cotilleos de ejecutivos famosos de todo el mundo y unas cuantas lecturas de gurús. Y así, un mes y otro, sumando más millas que George Clooney en Up in the air, pero con un trabajo mucho menos estresante. Y al final, una dorada y temprana jubilación.

¿De qué trabajo hablamos? Si eres de una multi, ya lo sabes: director creativo mundial de una red. Ese chollo monumental que se sorteaba en todas las agencias del mundo entre los creativos de más larga y fructífera trayectoria, en los mejores casos, o que se adjudicaba a un creativo de otra red para que insuflara creativina por las oficinas propias repartidas por el mundo.
Un puesto en franca retirada. La culpa es, lógicamente de los grandes clientes.Estos exigen a sus grupos equipos globales sacados de lo mejor de cada una de sus redes u oficinas y algunas están empezando a dar forma a esas superestructuras.

La última, Euro RSCG, que ha fichado a Lee Garfinkel como director creativo para sus cuentas globales. Suena parecido a director creativo mundial, pero no es exactamente lo mismo. Aquí hay concursos, presentaciones, histeria y “no llegamos”. Además de millones de euros de responsabilidad sobre tu cabeza. Con este panorama, la existencia del viejo director creativo mundial no tiene sentido ninguno. ¿Qué le diría un director creativo mundial a un director creativo de marcas globales en una reunión? ¿Le lanzaría la clásica arenga sobre mejor del producto creativo? ¿Qué cara pondría el otro? En fin sería una situación divertida, pero dudo que se produzca.


Señores creativos, háganse otro plan de carrera para sus últimos años, porque este chollo se está acabando. Hay otro, también con muchas millas detrás, pero no es un chollo.

David Torrejón es director editorial de Publicaciones Profesionales