Con lágrimas en lo ojos me he desecho de mi viejo televisor de tubo. Su tembleque agónico al iniciarse duraba cada vez más lo que, sumado su incongruente convivencia junto al iPlus, colaboró a que pasara a…otro hogar (un mensaje en www.nolotires.com y te deshaces lo que quieras en un día, sin tirarlo).

El caso es que poco me imaginaba yo que con la sustitución del televisor en cuestión iba a meter en mi salón esa guerra de la que tantos han escrito, incluido yo mismo: la guerra por el vídeo –películas, programas- a la carta. En mi caso, los contendientes son el nuevo servicio puesto en marcha por Digital+, el que viene pre instalado en nuestro nuevo televisor y el que me propone la videoconsola que está conectada también a la red. Nada menos que tres en fuego cruzado. Si, en lugar del servicio de tele de pago de Prisa, tuviese un proveedor de cable, como Ono, estaríamos en las mismas. De hecho, Ono está a punto de lanzar su alternativa al iPlus firmada por TiVo y con vídeo a la carta. Y aún podría acoplar a mi televisor un Apple TV si quisiera más aspirantes.


Es decir, el televisor, moribundo para algunos hace sólo dos o tres años, ha reconquistado la posición de centro de entretenimiento del hogar maridándose con su supuesto enemigo, internet.


Esta guerra es planetaria. En Estados Unidos se suman a ella los grandes de la distribución tradicional, como Wal Mart, y los grandes comercios on line como Amazon, que, según informaba recientemente Medios y Marketing  prepara su propio video club a la carta con tarifa plana para sus clientes premium.


¿Cómo va afectar esto al viejo modelo televisivo? Es pronto para decirlo. Si mi hogar sirve de ejemplo, de poca cosa. Ya hay suficiente dispersión de intereses como para hacer zapping durante media hora antes de decidir qué se quiere ver. Pero, cuantos más televisores se vendan con acceso a estos servicios, más probabilidades hay de que la fragmentación de audiencia no deje de progresar, aunque el precio no siempre será una barrera en muchos hogares (Digital + ha tenido la sensatez de ofrecer el servicio gratuitamente).


¿Y la publicidad? Bien, gracias.

David Torrejón es director editorial de Publicaciones Profesionales