Constato que no hay mayoritariamente crucifijos en las aulas. Y que es ilegal fumar en casi todas partes, ir a más de 110, o tirar los envases fuera del cubo amarillo. Antes los curas salvaban nuestras almas. Ahora los políticos salvan nuestros cuerpos. El Sr. Rosell lo ha definido certeramente: estamos sobregobernados.
Esto se traduce en inflación normativa. Hay normas propagadas viralmente en cada vez mas ámbitos: medioambiente, memoria histórica, dependencia, Internet, competencia, seguridad vial, y seguridad en el trabajo, nutrición, igualdad. las normas también valen para impedirnos cometer el pecado de lo políticamente incorrecto. Vamos a crear el ciudadano y la sociedad perfectos.
Una digresión: según recientes encuestas, la percepción social es que el abundante catalogo de leyes se aplica con notoria benevolencia a políticos, ricos y emigrantes, extraña fusión, que merece ser analizada, mas por un periodista de investigación que por un sociólogo. Pero además, y ahí supongo que apuntaba el acertado líder de los empresarios, el alud normativo se multiplica por diecisiete autonomías. Pero ¿como no van a estar desbordados los juzgados, agobiados los ciudadanos y aturulladas las empresas? La sobregobernación y la inflación normativa son un freno para todos los sectores de la economía, excepto uno. El que representan los abogados. Los niños ya no querrán ser funcionarios, o participantes en “Gran Hermano”. Ahora, los mas espabilados apuntaran a Derecho como la gran carrera de futuro, reemplazando a las Ingenierías. Siempre tendrán trabajo.
Al margen de este pequeño insight, hay otras vías para salvar a los ciudadanos utilizando la sicología positiva. Por ejemplo, si queremos que disminuya la obesidad que los aqueja, podemos promover que hagan deporte colocando un tacógrafo en las bicicletas y premiando a los que hagan mas kilómetros. Así además , ahorramos gasofa. Y al que no lleve casco le metemos una multa, aunque no le quitemos puntos. O podemos consignar en la declaración del IRPF el peso del sujeto pasivo o de la unidad familiar en su conjunto, y otorgar desgravaciones en función de su disminución cada año fiscal. (Si estas medidas se ponen en practica, conste que se me han ocurrido a mi primero). Pero, ¿es solo cuestión de legislar y prohibir? ¿No será mejor promover y educar?. A los niños ya les enseñan en el colegio educación para la ciudadanía, y como últimamente están gordos, nutrición y hábitos saludables. A los adultos (que entre otras cosas estamos bastante mas gordos que los niños según todas las estadísticas) no nos pueden devolver al colegio. Pero como vemos un montón la tele, seguro que nos pueden educar por este medio en cuestiones clave, que nos hagan mejores ciudadanos, mas allá de la cultura futbolística. Seguro que la tele pública se dedicará cada vez mas, con entusiasmo, a estas tareas formativas. Por ejemplo yo lo que quiero que me enseñen es como ahorrar, ahora que ya tengo asumido lo de la jubilación a los 67 años o más.
He oído que los norteamericanos retirados acaparan gran parte de la riqueza del país. ¡Que fenómeno tan interesante, mas allá de los ladrillos traidores que marcan el ciclo inversor de las familias celtíberas!. Me gustaría saber mas de IPFs, fondos estructurados, fondos de pensiones…. Lo de que las inversiones a tipo fijo pueden bajar de valor, ya lo he pillado. Aunque futbolistas y baloncestistas de élite me causan sincera admiración preferiría una explicación con fundamento a un prescriptor en pantalón corto. Incluso, eso si, en horario de protección reforzada, la tele y disciplinas asociadas me podrían educar sobre créditos multidivisa, day trading y derivados.
Pero sobre todo necesito que me confirmen si es cierto que el señor Moodys esta ya en libertad bajo fianza.
Pedro Antonio García es actualmente asesor de comunicación y ha sido director de relaciones institucionales y comunicación de Coca-Cola en la División Ibérica