Desde siempre han existido bajo otra denominación e incluso aspecto, pero en junio de 2007 nacieron de verdad y están aquí para quedarse. Tienen antepasados y parientes más o menos cercanos; estas a las que yo me refiero nacieron dentro de un aparato, casi inofensivas al principio, y han vuelto a cambiar la comunicación, la información, el comercio, las relaciones humanas, la publicidad, el entretenimiento, el ocio, la salud... y así podría seguir hasta aburriros... Imagino que todos los que estáis leyendo ya sabéis a lo que me refiero (aunque solamente sea por el mal título del artículo).
Son las apps, ahora mucho más conocidas, al ser hijas del omnipresente doctor Jobs y están creciendo al mismo nivel que la población china. Guardan en sí la fórmula mágica para que estemos más informados, cabreados, neuróticos, aliviados, dependientes, sonrientes, conectados, exaltados, ¿sanos? En fin… estos diminutos iconos nos empiezan a contar, eso sí, todavía al oído, cómo será nuestro futuro inmediato.
Aunque ya existían en pequeñas repúblicas incluso anteriores a las hijas de Jobs, el proceso de revolución se ha acelerado y todavía más aún desde el último gran lanzamiento de Apple en mayo que nos dejó a todos boquiabiertos y lo volvió a cambiar todo.
Comienza pues la gran carrera para liderar un sector que crecerá y tendrá un desarrollo todavía más rápido que el que ha tenido internet desde mediados de los Noventa hasta ahora. Habrá que ir más rápido, ya que hay mucha más gente pensando, desarrollando y creando en todo el mundo con la misma misión, ser el primero, el triunfador, el visionario, el exitoso, el gurú.
Es el momento de comenzar un viaje rumbo hacia un lugar que todavía no conocemos, pero que será el lugar al que el mundo acabará llegando en unos años, y ya puestos, me gustaría que ese lugar que vamos a construir fuese algo mejor que el lugar del que venimos ahora, lleno de especulación, sobrevaloración de intereses cortoplacistas y atracos constantes a la caja de los beneficios. Me gustaría que creásemos un sector de mayor sostenibilidad con una mayor apuesta por el desarrollo y la innovación, un lugar que nos permitiera estar siempre preparados de forma natural para el próximo paso.
Especulación
Ya tenemos la experiencia pasada con el boom de internet, ya conocemos la especulación falta de contenido, conocemos quiénes vendrán a ofrecernos tesoros inimaginables a cambio del elixir de la juventud y también sabemos qué harán con ese elixir, se lo beberán y tratarán de perpetuarse una vez más a costa del talento, de la inexperiencia y probablemente de un poco de nuestra ambición, porque no.
Aunque puede resultar tópico, no lo es. Muchos ya hemos vivido todo eso con mejor o peor suerte y creo que siempre es bueno ponerlo por escrito por si en algún momento del camino que tenemos por delante se nos vuelve a olvidar.
Apportodas.
Pepe Chamorro es director general de JWT