El otro fin de semana me escapé a la comarca de La Vera a buscar setas. Produce bienestar sicológico capturar cosas comestibles de las estanterías del campo, marcas blancas de la naturaleza, no ya baratas sino completamente gratis. Será la crisis. Además de setas, había castañas, y en algunos huertos abandonados, naranjas y limones. A la búsqueda de la gratuidad en el beneficio emocional y nutricional, algunas personas se han intoxicado recientemente con setas recogidas en parques urbanos en los que también medra el estramonio.

En los pueblos veratos, las palmeras continúan recortándose sobre las imponentes cresterías de Gredos, dos mil metros más arriba, mientras el agua se abre paso entre las peñas hacia el Campo Arañuelo, huérfano ya de tabaco y espárragos. Otras cosas han cambiado en los últimos años. Hay emigrantes de veintiuna nacionalidades, europeos y extracomunitarios; y también celtíberos fugitivos de la urbe. Hay mucho más desempleo y las infraestructuras han brotado con más intensidad que las setas objetivo principal de mi visita: piscinas cubiertas, centros multiuso en donde cabe toda la población de la comarca, plazas pavimentadas de granito de lujo…

Hay deudas, sí, pero otros las pagarán. El dinero público no es de nadie, mejor dicho, es de los chinos, que no tienen sanidad ni educación gratuita y no tendrán pensión cuando se jubilen, pero compran la deuda que financia el bienestar verato, español y europeo en general. Gracias, amables autoridades chinas. Es más seguro que Perú o India paguen su deuda que no que lo hagan España o Alemania, del mismo modo que es más probable que un profesional de 30 al comienzo de su carrera profesional devuelva un crédito, que no un jubilado de 75. Los países en desarrollo necesitan financiación para invertir en infraestructuras productivas. Los países (o autonomías) desarrollados, suelen recurrir a la financiación para pagar los polideportivos, las nominas de los servidores públicos o los intereses de las deudas acumuladas.

Justo antes de viajar a La Vera, vi Margin call, película en la que los tiburones financieros, ajenos a la Tasa Tobin, ganan una pasta manipulando torticeramente los palillos de la economía financiera, virtual pero universalmente aceptada. La estatura de las personajes de la película se mide en dólares, desde unos cientos de miles (lo que ganaba el becario senior) hasta 80 millones (que es lo que trincaba el baranda). La característica común de todos estos personajes es que nunca tienen bastante, porque sus necesidades van siempre por delante de sus ingresos.

El anuncio en versión larga de “Si sueñas, Loterías” fue un buen prólogo de la película, en la que el personaje interpretado por Kevin Spacey se gastaba 1.000 dólares al día intentando mantener vivo a su retriever con cáncer de hígado. El deseo que no se puede hacer realidad con dinero, seguramente no es un sueño sino una patología. Por ejemplo, que el Atlético de Madrid gane la Champions, que Julia Roberts se enamore locamente de uno, o que un familiar con Alzheimer te reconozca.

Intangibles
Está claro que el sector que más va a contribuir a la salida de la crisis en España es principalmente el de los intangibles, por ejemplo la fabrica de felicidad colorista de Coca-Cola o la de emocionantes sueños, más en gris, de Loterías. Estudios sobre la felicidad sugieren que a los ganadores de premios gordos que dejan su trabajo (si lo tienen) y se mudan a un barrio de nivel más alto, generalmente les va fatal, mientras que los que siguen en su entorno habitual son más felices. “Lo humano, lo humano….” como dice Mario Conde en Memorias de un preso, hace que nuestra felicidad dependa más de la comparación con nuestro entorno cercano, nuestros vecinos del barrio, que de nuestras condiciones de vida objetivas.

Y si cambiamos Aluche por La Moraleja probablemente nos sentiremos como el ultimo de la fila, con permiso de Manolo García. En el fondo, para mucha gente, un sueño feliz sería salir del paro. Un mes pillando un sueldo es un mes menos de crisis. Ningún premio gordo asegura la tranquilidad, porque no hay sitios seguros para mantener los patrimonios: la caja (de ahorros) en donde tienes la pasta puede ser intervenida, la deuda pública puede sufrir una quita, los pisos bajan y no se venden , y los cerezos de Bosques Naturales en La Vera pueden contraer una gomosis (Seudomona syringae) que los deje tiesos. Precisamente en Villanueva de la Vera, se ha hecho realidad un híbrido entre las asambleas callejeras del 15M y las asambleas publicitarias de Movistar. Coherentes con su vocación unidireccional, algunos indignados urbanos se han indignado un poco más con la inocente campaña de Sra Rushmore.

Deberían tomar nota de cómo los pragmáticos indignados rurales han sido capaces de debatir ideas, generar propuestas y presentarse a las elecciones. Casi como en los anuncios. En Villanueva, Iniciativa Ciudadana de La Vera, ha sacado 284 votos sobre 1.301 emitidos en las últimas municipales. Eso sí, como era previsible, el alcalde del PSOE con mayoría absoluta les ha hecho un guiño, pero no con un ojo, sino con los dos a la vez, es decir que les ignora completamente

Chancletas
Cuando John Major, premier británico del pasado siglo, veraneaba en pantalón corto, sombrero de paja y chancletas en aquella comarca, ni se había inventado el euro ni éramos conscientes de la deuda pública. Ahora sus sucesores, Merkel y Sarkozy, no piensan en otra cosa. Dan vueltas a esa noria con tenacidad obsesiva, azuzados por las agencias de rating. Dicen que del roce nace el cariño. Carla Bruni estará hecha polvo. Pero esta inefable pareja franco-alemana debería romper el debate estéril entre eurobonos y armonización fiscal, y pensar lateralmente, proponiendo a Madame Lagarde la creación de la Lotería Global, para países en apuros. España podría comprar al FMI decimos de 1.000 millones, con un premio gordo de 400.000. Además, los premios se podrían reforzar con lo recaudado en la Tasa Tobin mencionada anteriormente. En vez de emitir Deuda Pública, el Tesoro español podría comprar ilusionado esta Lotería Global que, de tocarnos, nos permitiría hacer realidad nuestros sueños, como país, como autonomía, o como ayuntamiento. Imagínate la fiesta: corte de mangas a Moody´s. Pedorreta a Standard & Poor…. ¡Tú si que eres poor !. ¡FMI, rescátanos si tienes c…! Sr Rajoy, si sueña, Lotería Global.

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