El marketing basado en las emociones es una de las herramientas más poderosas y eficaces de comunicación que existen en la actualidad para diferenciar a las marcas de su competencia. La importancia de generar sensaciones positivas en los consumidores, además de captar su atención suele traducirse, en la mayoría de los casos, en una repercusión en las ventas

Hoy en día casi nadie duda que la atención de los consumidores no se capta mediante argumentos racionales, sino a través de imágenes que emocionen. Cuanto más intensa sea esta emoción, más profunda será la conexión neurológica conseguida en el cerebro de ese futuro consumidor. Es por eso que las campañas de comunicación deben de estar pensadas y diseñadas para reforzar estas redes neuronales; ellas serán las responsables de motivar en el individuo la adquisición o no de determinados productos.

En este escenario el Digital Signage está jugando actualmente un papel clave como nueva herramienta de comunicación en el desarrollo de estas nuevas estrategias. Precisamente se trata de una solución que ha surgido como respuesta a la necesidad de crear nuevas formas de comunicación entre la empresa y el consumidor y que busca un mayor acercamiento entre ellos. Su finalidad es siempre la obtención de un retorno ya sea en forma de mejora en la comunicación corporativa, como ahorro en costes logísticos o en forma de ingresos por un incremento en las ventas. La personalización de las ofertas como de los mensajes y la optimización de la gestión y de la distribución de los contenidos digitales se han convertido en el mejor modo para conseguirlo.

Las empresas líderes, independientemente del sector en el que operen, necesitan anticipación y esta herramienta esta diseñada precisamente para anticiparse y diferenciarse de la competencia. Una solución de Digital Signage ofrece la funcionalidad necesaria para satisfacer el objetivo último de proveer mensajes dirigidos a audiencias específicas, en lugares concretos y en horarios predefinidos.

Para demostrarlo tan sólo necesitamos algunos datos: el Digital Signage cobra un especial significado si se tiene en cuenta que el 70 por ciento de los clientes toman sus decisiones de compra al llegar al establecimiento, donde la visión de los productos, la publicidad y la información influyen directamente sobre ellos. Como canal, la comunicación dinámica capta 10 veces más la atención que la cartelería estática, reduciendo la percepción de los tiempos de espera de los clientes en un 15% y mejorando, para el 90% de los consumidores, la imagen que tienen de una empresa o establecimiento. Para el negocio, además, supone un incremento de ventas y venta cruzada que ronda entre el 7% y el 28%.

Estudios de Nielsen ratifican que el 74 por ciento de las personas valora muy favorablemente las pantallas como herramienta de comunicación en el punto de venta, pertimiendo de esta forma minimizar la sensación de los tiempos de espera y haciendo la estancia más agradable. El usuario recibe información justo en el momento en que más susceptible es de realizar una compra o contratar un producto o servicio y es por ello que las posibilidades de éxito se multiplican enormemente.


El 89% de lo que aprendemos proviene de un estímulo visual, el 10% de un estímulo auditivo y el 1% de otros sentidos. De ahí que el Digital Signage base fundamentalmente su estrategia de comunicación en elementos o sistemas audiovisuales. Estas soluciones deben buscar a través del mensaje, la tecnología, la parrilla de programación y la conectividad con otros dispositivos la emotividad, pues la emoción evoca la acción y esta, en el punto de venta, desemboca en la compra.

En definitiva, en un momento donde existe una clara pérdida de efectividad de los medios tradicionales, el Digital Sigange surge como una solución necesaria para las organizaciones por su capacidad, empíricamente demostrada, para fidelizar y enganchar de una forma intelectual y emocional a cualquier audiencia.

Miquel Garcias Estelrich, director general de Focus on Emotions