Después de un par de años gritando a los cuatro vientos del mercado que las mujeres influimos en más del 80% del consumo, mientras solo ocupamos el 10% de los puestos de mando… acaba de celebrarse en San Francisco el segundo encuentro de la iniciativa de Kate Gordon: The 3% Conference.
Lo que empezó siendo un apasionado proyecto de publicitarias indignadas por la escasa participación de las mujeres en la dirección creativa de las agencias se ha convertido ya en un movimiento nacional. Por segundo año consecutivo, cuatrocientas personas han experimentado en vivo y en directo el fenómeno que a diario estimula a una cruzada donde cobran voz comunicadoras comerciales de todo el planeta a través de las redes sociales.
Su misión: Más directoras creativas liderando agencias.
Sus razones:
1) Las mujeres consumidoras se merecen ser marketeadas desde un lugar de entendimiento.
2) Las marcas se merecen que su presupuesto de marketing no se consuma en una fiesta donde la letra y la música la interpreta un 97% de testosterona.
3) Todos, especialmente los niños, merecen una dieta de mensajes comerciales más sana
A estas alturas, ya sabemos que no es el machismo lo que nos impide alcanzar ese puesto. Es más bien que lo que el puesto implica no seduce demasiado a las mujeres. Está claro que la renuncia a la dirección creativa ejecutiva es por voluntad propia debido a que la calidad de vida de quien ocupa ese cargo motiva poco al sexo débil. Temerosas del éxito, muchas damas hemos visto en el asiento contiguo un lugar menos sensible a las turbulencias o hemos decidido emigrar hacia el cliente, donde el ritmo del negocio no va tan en contra de otras ambiciones de género ¿Pero hasta cuándo podrá nuestra industria prescindir del inmenso potencial de nuestro talento creativo? ¡Se nos necesita!
El liderazgo es un lugar solitario, especialmente para nosotras. Si queremos llegar y aguantar allí arriba, es imprescindible que nos rodeemos de afecto. Hay que hacer amigas y amigos con quien cooperar. Además, ¡necesitamos también a los hombres! Sin ellos no vamos a conseguir derribar ese techo de cristal que nos hemos impuesto nosotras solitas. Sin ellos no podremos hacer los cambios necesarios. Ellos han llegado primero. Han visto y no han vencido del todo.
Dicen que para ser un buen líder es necesario contribuir a que el equipo se sienta bien. ¿Qué aptitud se le supone al sexo fuerte en bienestar femenino en la zona de creativos? Si los dos sexos aprenden a compartir, los dos van a estar más predispuestos a soltar ideas sin prejuicios. O, lo que es lo mismo, a conectar. Lo peor que podemos hacer es juzgar. Cada uno-a es como es. Hombres y mujeres somos diferentes. Como dice el profesor de creatividad Richard Wakefield “El estereotipo mata”. El reto es aceptar que puede que lo que esté bien para nosotras no lo esté para ellos y viceversa.
Las americanas han decidido que se necesitan equipos creativos en el que haya un 40% de participación femenina, y que hasta que esto no ocurra ni ellos ni ellas se sentirán cómodos.
Según proclaman en San Francisco, los hombres están al límite y muchas veces no saben cómo comportarse… El 85% del mercado piensa que el mundo sería un lugar mejor si los hombres pudieran pensar como una mujer. No va a ser fácil convencer a las chicas. Espero que cuando tomen la decisión de hacerse directoras creativas la hagan suya, y que no renuncien a ella fácilmente. No tienen referentes. Ni mentoras. Pero tienen a Bob Dylan, y desde hace cincuenta años sus madres les están susurrando aquello de que los tiempos están cambiando. Que así sea.