Aunque Sergio Rodríguez aún no haya considerado poner alguno de los selfies que nos estamos haciendo todos este verano en su Historia de la publicidad, es probable que muchos de ellos hagan historia. La moda de compartir autorretratos con amigos propios o extraños en las redes sociales es tentadora y fácil de seguir. Solo hace falta determinación y tiempo para repetir, ya que sabemos que hacen falta varias tomas hasta encontrar la buena.

¡Nada peor que no estar a la altura de la top ad girl que todas llevamos en el ADN!

Esta forma fácil de pillarnos a nosotras mismas en un momento de gloria, bronceadas, guapas y asertivas al borde del mar o de frente a un paisaje éxotico bien puede servirnos de Bálsamo de Fierabrás para nuestra autopromoción social. ¡Que se enteren de que pese a todo nunca volveremos al trabajo sin pruebas de que somos capaces de hacer saber lo bien que podemos pasarlo lejos de la agencia o la marca, solas o en familia!

Es lo que tiene ser una publicitaria de hoy en día. Desde Madonna y su Material girl hasta el Girl on fi re de Alicia Keys hay un mundo de posibilidades para escoger estado de ánimo. Querer es poder. Y las bicicletas ya no son sólo para el verano. Mi selfi e aún está por decidir, lo bueno de cumplir años es que cada vez te gustas más a pesar de que cada día gustas menos.

No obstante, no deja de preocuparme el desinterés de nuestro género por tomar las riendas del mundanal mundo. Antes de las vacaciones me desperté un día con mi café, mi bollo y mi IPad y leí que Juncker quería más mujeres al mando de Europa y que no las encontraba por ningún lado. Además, amenazaba con exigir a los líderes europeos que designaran a más mujeres para formar parte de su equipo. Martin Schulz avisaba de que el Parlamento no aceptaría una Comisión sin sufi ciente presencia femenina.

¿Pero qué está pasando? ¿De verdad estábamos todas en la playa? Posiblemente si vemos más allá de lo que nos muestre el SELFIE veremos que no nos interesan demasiado las meriendas de hombres. Y deberían interesarnos. No vale sólo con reclamar igualdad de oportunidades, hay que reconocer también la igualdad de responsabilidades, que quizás nos interesa más bien poco. Puede que como van a hacer el próximo 11 de septiembre algunos catalanes, sea bueno sacar las banderas negras de no rendición por parte de algunos hombres listos que nos reclaman.

El detalle de Juncker mola. A ver si la democracia interna de los partidos les da a los caballeros más banderas enlutadas para que sigan reclamando féminas responsables y poderosas, sabedores ellos de que nuestro sexto sentido, el común, of course, es tan justo y necesario como el de cualquier persona. Quizás Juncker sepa que la única manera de frenar a una Ángela sea con una Pepa.

Cuando llegue su momento, nuestra presidenta no necesitará asesores ni asesoras a la hora de autofotografi arse, porque nosotras sabemos que no hay que hacer morritos para que parezca que eres sería, que hay que situarse junto a un foco de luz natural para no endurecer nuestro afables rasgos, que hay que girar la cabeza para que no nos pillen nunca mirando a cámara con ojos incendiados, que el fondo importa mucho, tanto como que hay que cuidar el mentón para evitar la papada que no tenemos, o que debemos usar siempre el temporizador para eludir el temido síndrome de brazo gordo.

Nuestra líder sabrá que cuando le pidan un autógrafo ha de sugerir cámara frontal para controlar su imagen en las redes, aunque eso no se lo hayan enseñado en ninguna facultad, porque hay cosas que las mad girls aprendemos solas ;).