De alguna extraña manera, gente como Sorrell (Sir Martin) han mantenido el antiguo glamour de la profesión publicitaria. Aunque no ya basado en la perspicacia y ocurrencias de los creativos Don Draper de turno, sino en el volcado de millones en las arcas de sus multinacionales y. sobre todo, de sus bolsillos. Una actividad que bien puede ser catalogada como para Premio Eficacia, pero mucho más cercana a la pragmática vida bursátil de Londres o NY. Wall Street quedaba entonces lejos de la Avenida Madison donde se encontraba la idílica y ficticia agencia Sterling Cooper. Ya no.

Pero de los rascacielos, los yates y los bancos, a la más cruda realidad, que es que este pastel nuestro se está fundiendo como si fuera de chocolate blanco en terraza sevillana. O en azotea neoyorquina en julio.

Ahora que se oye, se escucha, se percibe la amenaza fantasma de una nueva bajada de inversión publicitaria, los altos cargos de agencias, perdón, los 'brokers' y altos directivos de las multinacionales, están preocupados. Y mucho. Ahora, antes no. No porque no lo vieran venir, que lo veían, sino porque aunque ganaban menos, seguían ganando mucho. Ahora ya no. Tanto es así, que hasta la sed de leones, la caza mayor, está en vías de extinción. Mal síntoma.

Publicis, en vez de colgarse la medalla de Agencia del Año en Cannes este verano pasado, le prende fuego al Palais, anunciando que “no se presentará a ninguna competencia o evento publicitario por al menos un año”. Ninguna de sus agencias, ninguna de sus campañas, ninguno de sus creativos. A tomar por culo el glamour de La Croisette. Mal síntoma.

A Philip Thomas y Terry Savage (director ejecutivo y presidente del festival) les dio un telele de inmediato y como también en 2016 se había estado pensando incorporar al evento al juego de cotizar en bolsa , pues eso... Ictus financiero automático.

No te preocupes tanto. Terry, que en lugar de andar por Cannes como pez en el agua, el grupo Publicis ha dicho que destinará esa inversión (literalmente) a montar una plataforma machine learning de asistente profesional que te cagas. El sistema se va a llamar Marcel, nombre francés de lo más adecuado por su significado relacionado con el dios romano de la guerra, Marte. No sabemos aún que es lo que es el machine learning, pero va a dar guerra, seguro.

Por su parte, WPP amenaza con dar plantón a Cannes Lions. De momento le da calabazas a Eurobest, su primo hermano europeo. Lo de Cannes, a más ver... Será por dar miedito. Joder, Martin, qué grande eres. Otro zasca al pobre Terry (y van dos). No sé en cuanto anda el kilo de león, pero debe estar muy caro para que el Sir Draper bursátil se raje de ir a Cannes. Mal síntoma.

Hemos pasado de Sorrell diciendo sobre Cannes cosa lindas como: “Para salir un poco de la agitación cotidiana y divertirnos...” a una nueva posición que critica que las categorías de Cannes Lions son demasiadas..., que el festival debería volver a poner foco en la creatividad y debería recortarse su duración... Todo por la pasta, vamos.

Para cerrar el hilo de comunicaciones de “pragmatismo y honestidad empresarial y financiera”, tan de moda en este semestre de 2017, el otro chico de oro, Yannick Bolloré, presidente de Havas Group, anunciaba hace unas semanas una reducción del 34% en sus beneficios y una fuerte caída de las previsiones. Pero vamos que como ya los ha comprado Vivendi... Mal síntoma.

Así está el patio, mientras además de perder glamour seguimos bajando en inversiones de los clientes, y hemos pasado de los apalancamientos en las alturas económicas de las cotizaciones en bolsa a este escenario de realidad asumida ya por todos. Se trata sin duda de la evidente caída de un sistema publicitario caduco y que ningún cliente se cree ni puede/quiere sostener. A ver cómo salen (salimos) de esta caída de glamour en un mundo del postureo. A más ver...