La industria juguetera no quiere que todas las ventas dependan del 'e-commerce'
La industria juguetera no quiere que todas las ventas dependan del 'e-commerce'

Mientras en el primer confinamiento los supermercados, hipermercados y comercios de bienes considerados esenciales pudieron vender productos para mascotas (incluidos sus juguetes), las secciones de juguetería tuvieron que ser precintadas por no considerarse esenciales, siendo el online la única alternativa para adquirir juguetes. Que no se repita esta situación, a las puertas de la Navidad, es lo que busca la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ) , que ha solicitado a las administraciones un tratamiento excepcional para el juguete, su industria y comercio.

Según esta patronal, a pesar del crecimiento exponencial de las compras online, aún después del periodo de confinamiento (el 38% de las familias compraron juguetes en el confinamiento y el 88% tuvo que hacerlo online), "una campaña a través de canales digitales sería imposible de soportar en España, pues ni las plataformas online, ni las estructuras logísticas, ni el stock disponible permiten en España una campaña de Navidad y Reyes únicamente online".

José Antonio Pastor, presidente de la AEFJ, pone la vista en Italia “donde el juguete ha sido declarado como esencial de cara al segundo confinamiento”.

 

Desde la AEFJ hacen las siguientes demandas:

 

  1. Mantenimiento de la actividad logística de las empresas jugueteras para poder hacer frente a los servicios y demanda. Si no, no podrán hacer llegar los juguetes en ningún formato, ni presencial ni online.
  2. Mantenimiento de establecimientos de juguete minorista abiertos con las limitaciones de horarios, aforos, turnos etc. que se consideren necesarias y, complementariamente, permitir al público la recogida de mercancía comprada online, lo que se conoce como click and collect.
  3. Que los comercios abiertos, por vender productos de primera necesidad (hipermercados, supermercados, quioscos y papelerías, estancos y otros), puedan mantener abiertas sus secciones de juguetería, con las mismas limitaciones de seguridad que el resto del establecimiento.

Esta patronal recuerda que existe un precedente histórico en 1942, cuando Estados Unidos, ante la entrada del país en la I Guerra Mundial y la prohibición de toda actividad productiva no esencial, declaró a la industria del juguete como esencial, permitiendo su actividad con limitaciones al uso de materias primas esenciales.