En nuestro día a día pasamos largas horas en el puesto de trabajo y eso puede pasarnos factura. En España, ocho de cada diez trabajadores declaran que son infelices en su vida laboral (*). Esto es consecuencia, entre otras cosas, de la hiperconectividad a la que nos vemos sometidos, la dificultad de integrar la tecnología en el día a día, la sobreexposición de las redes sociales o el ritmo acelerado al que se mueve todo a día de hoy.  El mundo del marketing y la comunicación, tan dependiente de la tecnología, es uno de los que más sufre este ritmo desbocado que puede llevar a un mal ambiente de trabajo en el equipo.

En numerosas ocasiones, la infelicidad de muchos empleados en su puesto de trabajo viene relacionado con el desempeño de la actividad del jefe, siendo un mal líder. En este caso, el máximo responsable del departamento de marketing de una empresa. La consecuencia más directa de esto es que el trabajador no desarrolla las mejores cualidades de sí mismo. El impacto en la productividad es rotundo y directo, ya que puede derivar en una presión excesiva, amenazas o reprimendas que fomentan una cultura del miedo.

De hecho, el contar con un ambiente laboral amigable y estimulante puede ser uno de los factores más determinantes tanto para el trabajador como para la empresa. En este sentido, es inevitable hacer referencia al libro “Chief Wellbeing Officer” de Steven P. MacGregor y Rory Simpson, quienes destacan que la responsabilidad de generar entornos laborales productivos y felices de forma sostenible recae en los líderes de las organizaciones.

Ser un buen jefe, organizado, inspirador, capaz de motivar, delegar o infundir respeto, sin duda, no es algo sencillo. Son necesarios ganas, conocimientos y experiencia. Pero como nadie empieza sabiendo y hay que empezar por algún sitio, estas son algunas de las claves que deben ser tenidas en cuenta para cuidar a los empleados desde una posición tan delicada como la de un director de marketing:

 

  1. Liderar el cambio organizacional. En las empresas se producen numerosos cambios, como una transformación digital o un nuevo método de trabajo, y más dentro de un departamento de marketing. En este caso, el director, tiene que ser el encargado de adoptar un papel activo en el impulso de estos cambios. El líder tiene que intentar adaptar su propósito personal, al de la empresa. Para ello es importante que utilice la misión, propósito y valores de la empresa para involucrar al empleado en ellos. Si el líder es capaz de conseguir esto, se verá reflejado en el nivel de motivación y compromiso del trabajador.
  2. Escuchar con atención y empatía. Que las tecnologías han cambiado nuestra forma de relacionarnos es algo que nadie se cuestiona. En un ambiente laboral, hiperconectado las 24 horas del día, los líderes están perdiendo una de las habilidades de liderazgo más importantes, la escucha. Los directivos no dedican el tiempo necesario a escuchar, y es un error que es vital que sea corregido. La escucha atenta se tiene que entrenar, pero lo más importante es hacer algo con lo que se escuche. De lo contrario, no servirá de nada el trabajo realizado y supondrá una mayor desmotivación al equipo.
  3. Dar y pedir feedback continuo. Si queremos que un profesional dé lo mejor de sí mismo es necesario que sienta que está aprendiendo y mejorando su rendimiento. Por este motivo es necesario que el director dedique un tiempo a ofrecerle un feedback periódico de su trabajo. Es importante destacar tanto los aspectos positivos como los puntos de mejora. Para comunicar un feedback que sea útil y que desarrolle el potencial de las personas, es necesario la realización de un trabajo interno por parte del líder, ya que se requiere de una metodología, herramientas y habilidades de comunicación avanzadas. Por lo que formar a los líderes en la organización sobre cómo dar un buen feedback es algo que debería ser prioridad en las empresas. Igual de importante es que el manager pida feedback a su equipo sobre su propio desempeño de forma bastante frecuente, porque es una forma muy efectiva de generar confianza y de mejorar de forma continua como lider. Si nadie te da feedback, es dificil que mejores tu desempeño, asi que el Manager tambien necesita recibir feedback sobre como mejorar como responsable de un equipo.
  4. Promover la flexibilidad laboral. Hoy en día vivimos en un mundo totalmente digital, pero esto no se ve reflejado en las empresas, puesto que aún existe un gran presentismo laboral, que en algunas ocasiones puede llegar a ser ridículo e influye directamente sobre la productividad. Desde el cargo de director de márketing se puede promover la adopción de horarios más flexibles y el uso del teletrabajo algunos días de la semana. Si el equipo de trabajo consigue buenos resultados y un buen rendimiento, no es necesario ejercer un estricto control horario y sobre la forma de organizarse. Esto hace que los profesionales incrementen su rendimiento laboral y al mismo tiempo supone un cambio cultural que está directamente relacionado con la responsabilidad y el compromiso del empleado.

 *Fuente: Estudio realizado por Acierto.com