Al navegar por una web o una app, la información sobre los gustos, aficiones, comportamientos y estilo de vida del usuario queda recopilada, representando un activo de gran valor para las marcas, que pagan por obtener datos de audiencias a las que dirigir sus campañas de marketing digital. Sin embargo, muchos usuarios no son conscientes de que su información personal se utiliza con esos fines. Con el propósito de dar la vuelta al sistema e incluir a los consumidores en la cadena de valor del marketing digital nació hace un año Tribaldata, una startup española que les permite recuperar el control de sus datos  y transformar su valor publicitario en árboles plantados,  gracias a la colaboración de Eden Reforestation.

“El usuario que se descarga la app Tribaldata sabe que va a proporcionar información sobre sus datos básicos e intereses para crear un perfil anónimo, y que dicho perfil va a ser utilizado en campañas publicitarias. Pero a cambio, recibe puntos que se acumulan como saldo en su carné personal, y él decide cuándo quiere canjearlos por un determinado número de árboles que nosotros nos encargaremos de plantar en su nombre”, explica en un comunicado Erik Häggblom, cofundador y CEO de la compañía.

A través de inteligencia artificial y machine learning, la startup es capaz de crear, a partir de esos datos, audiencias semilla que se amplían para llegar a millones de consumidores de perfiles similares, ofreciendo a las marcas una base de gran valor para sus campañas de marketing digital, de forma totalmente anónima y sin exponer nunca los datos personales de los usuarios. 

La app Tribaldata, disponible para iOS y Android, se lanzó en junio de 2020, y sin campañas de captación, con un crecimiento puramente orgánico, en un año ha superado los 10.000 usuarios. “Solo con utilizar su móvil, estos usuarios han conseguido ‘hacer magia’ y plantar más de 25.800 árboles. Cuantos más seamos, más mágico podrá ser el resultado”, afirma Erik Häggblom. La compañía se ha marcado el objetivo de llegar a los 50.000 árboles plantados antes de que finalice el año.

“Al enviar un email, utilizar un buscador, escribir un comentario en redes sociales, compartir una foto con amigos o escuchar música en streaming estamos generando emisiones de CO2, principalmente por los servidores que hacen posibles todas esas acciones, que consumen grandes cantidades de energía, en su mayoría procedente de fuentes no renovables. Por ejemplo, se calcula que una hora de streaming de vídeo en plataformas de contenidos digitales produce 36 gramos de CO2 que se emiten a la atmósfera”, apunta el CEO de Tribaldata.