...de un regimiento, tienes que motivar a cientos de soldados que tienen hambre, frío y llevan semanas sin dormir. El problema es que tú eres uno de ellos.
Un titular para el ejército británico que cerraba con un claim que decía: “¿Tienes lo que hay que tener?”. Y es que el liderazgo no tiene nada que ver con la antigüedad del que lidera. Y cuando trasladamos eso al ámbito empresarial, el cargo de uno en la jerarquía de una empresa tampoco es símbolo sine qua non de destreza. Cuando muchos hablan delos líderes de una empresa, normalmente se refieren a los altos ejecutivos de la organización. Pero éstos, a veces, son sólo eso. Altos ejecutivos. El liderazgo no ocurre automáticamente cuando uno llega a la cima. De hecho, puedes llegar a ser un líder en tu lugar de culto, barrio o familia.
El liderazgo no es sólo la gestión. De hecho, liderazgo y gestión no son sinónimos. Iker Casillas no sabe gestionar al equipo en el campo de juego como otros, pero muchas veces ha sido capitán por su liderazgo (un ejemplo bastante anacrónico teniendo en cuenta su última racha, pero bueno).Y ya que hablamos de fútbol, creo que es un gran ejemplo para ilustrar el liderazgo y la constancia. De hecho, ¿por qué tiene más mérito meter un gol que parar un gol? Los porteros son eternamente subestimados. Sufriendo en silencio. Siempre nos quedamos con el guaperas y supuesto líder de turno. Con el que mete el gol fantástico, en vez de quedarnos impresionados con las paradas de los porteros, que son igual de fantásticas o más. Las paradas son igual de valiosas que un gol. Y si lo pensamos bien, no nos detengamos en el portero. Iniesta no marca muchos goles, pero hace unos pases magistrales. ¿Eso le convierte en menos líder?
No vale con ser líderes por un día. Hay que ser constantes en ello
Y hablando de constancia, ¿cuál es la prueba de fuego de la constancia en esta vida?
Los Juegos Olímpicos. Las Olimpiadas demuestran tu constancia. Tu capacidad de ser brillantemente constante con tu buena actuación. ¿Hiciste un triple mortal hacia atrás y aterrizaste mal? Fuera. ¿Saltaste desde un trampolín de diez metros de altura a una piscina y tiraste mucha agua al entrar? Fuera. ¿Usaste mal la escoba jugando al curling? Bueno, eso nos la refanfinfla a todos un poco, creo. Pero a lo que íbamos, ahí es cuando uno se da cuenta por qué hay un cierto gustirrinín en eso de actuar en vivo. Tanto como el atleta en una Olimpiada o como el actor que prefiere el teatro que el cine. O bien el músico que prefiere tocar en un concierto que en un estudio. Porque grabar un disco en un estudio, en el que puedes regrabar las tomas setenta veces, no tiene mérito comparado con un concierto. Porque para mí, un líder tiene que ser constante.
Aquí dejo unas frases célebres de lo que es para algunos el liderazgo.
Peter Drucker: “La única definición de un líder es alguien que tiene seguidores.”
Warren Bennis: “El liderazgo es la capacidad de traducir la visión en realidad.”
Bill Gates: “Al mirar hacia adelante en el próximo siglo, los líderes serán los que empoderen a los demás.”
John Maxwell: “El liderazgo es influencia; nada más y nada menos.” Según el diccionario, el liderazgo es un proceso de influencia social, lo que maximiza los esfuerzos de los demás, hacia el logro de una meta. Pero yo añadiría, “de forma constante”.