El 8 de marzo es un día en el que la palabra talento reivindica el lugar que la mujer debe tener en la sociedad, un lugar que es, ni más ni menos, el que cada una de nosotras quiera alcanzar.
Desde muy pequeña he crecido escuchando hablar de Clara Campoamor, de Rosalía de Castro y de otras muchas mujeres que nos han ido abriendo camino.
He tenido, además, la suerte de haber sido educada por grandes mujeres de diferentes generaciones que alcanzaron aquello que se propusieron y que lucharon contra las barreras impuestas siempre desde el respeto y la igualdad. La apuesta por esa diversidad y su defensa son parte esencial de mi ADN personal y profesional.
Por este motivo, siempre he buscado trabajar en empresas que compartan conmigo esta sensibilidad. En T&P somos un equipo con quien puedo compartir día a día estos valores, una agencia formada por personas (mujeres y hombres) donde prevalecen las habilidades y conocimientos de cada uno de nosotros. En la que cada uno tiene su lugar, aquél en el que quiere estar y en el que trabajamos de la mano, de manera colaborativa para dar lo mejor de nosotros en cada proyecto.
En T&P cada profesional tiene su espacio, su responsabilidad y, lo más importante, su voz. Si alguien me preguntara qué pienso acerca de nuestro modelo, os tendría que decir que, como dice la expresión, me va como anillo al dedo… su horizontalidad, su empatía, su compromiso y su cultura del continuo conocimiento, en dónde nuestro principal pilar es la creación de talento supone el presente y el futuro de nuestra sociedad y de nuestra industria.
Los retos empresariales y sociales nos llevan sí o sí a un modelo donde la diversidad, el talento y la igualdad son factores que tienen que convivir de una manera natural y auténtica. Me siento muy afortunada de poder hacer realidad cada día este modelo de crecimiento y éxito de la mano de nuestro equipo