Empezó su carrera en Danone Yogures donde trabajó durante 11 años, en marcas emblemáticas como Activia y Actimel. Ahora, después de un corto periodo fuera de la empresa vuelve a Danone, pero a la división de Aguas y, además, en el equipo global de París.  ¿Cómo fue el cambio y qué tal está siendo la experiencia?

La experiencia de volver a Danone es como volver a casa, pero además ahora en una posición global, en un país diferente y en una división de productos diferente. Todo esto me enriquece tremendamente a nivel personal y también profesional.  Danone es la empresa en la que he crecido como profesional y, lo más importante, tiene valores con los que me siento totalmente identificado. Danone tiene la misión de llevar la salud, a través de la alimentación, al mayor número de personas posible, siendo en todo momento respetuosos y responsables con el medio ambiente. Cada día, siento esta misión como mía y me impulsa a trabajar excelentemente.  

¿Cuáles son sus competencias y responsabilidades?

Actualmente soy director de marketing global de la división de bebidas. La responsabilidad principal del puesto es marcar las líneas estratégicas generales en base a un diagnóstico global de la categoría. Esta estrategia tiene que responder a preguntas del tipo: ¿cómo estamos evolucionando en los diferentes países? ¿Qué diagnóstico de consumidor explica nuestra evolución? ¿En qué nuevas categorías queremos entrar en el futuro? ¿Qué innovaciones tenemos que hacer para entrar en esas categorías? ¿Y qué apoyo necesitamos para garantizar que esas innovaciones sean un éxito?  Después de marcar estas líneas estratégicas, hay que trabajar de la mano con los países, para que esa estrategia se implemente correctamente. 

 ¿Cuáles son los objetivos que tiene apuntados en su agenda para las marcas de las que se encarga?Sin ninguna duda, el consumidor va a cambiar después de la crisis que hemos vivido. El principal objetivo es que nuestras marcas se adapten a este nuevo consumidor, a lo que nos pide. Por ejemplo, el nuevo consumidor va a exigir, más que nunca, que las marcas tengan corazón y valores, no valen solo palabras y anuncios de televisión, hay que demostrar con hechos.  Tenemos muchas marcas de bebidas en diferentes países, que responden a las nuevas tendencias del mercado, como la Limonada de Font Vella en España, Bonafont Juizzy en Mexico o Volvic Essence en Alemania. Cada una de estas marcas tiene retos específicos, pero todas van a tener que afrontar un cambio generalizado del consumidor: más salud, más respeto al medio ambiente y más diversión.

 

La situación de crisis por el COVID-19 ha disparado el teletrabajo en España, ¿cómo ha sido en el caso de Danone y en el departamento en el que trabaja en concreto? 

En Danone el teletrabajo ya se utilizaba, pero desde el COVID se ha disparado. Cuando empezó la crisis la prioridad siempre fue garantizar que todos estuviésemos sanos y hemos trabajado desde casa hasta este momento. Cuando trabajas desde casa te das cuenta de que ganas tiempo, el tiempo que no usas en transporte lo puedes utilizar para la familia, o para trabajar más. Aunque, por otra parte, yo echo de menos el contacto humano, creo que es muy importante para que una empresa funcione correctamente y espero que podamos recuperarlo pronto. 

¿Qué iniciativas ha puesto en marcha el grupo Danone para ayudar a la sociedad en estos momentos tan delicados?

Lo primero es que en Danone hemos tenido muy claro que no podíamos fallar. Estamos en el sector de la alimentación, de la salud, y teníamos que poder seguir dando nuestros productos a la gente durante este periodo. Teníamos una responsabilidad de mantener nuestro suministro durante el confinamiento. Por otra parte, sabíamos que teníamos que contribuir decididamente a la sociedad en este momento. Por eso a nivel global, el Grupo Danone se ha centrado en proteger a sus empleados, y al mismo tiempo, proteger su “ecosistema”, es decir, a nuestros agricultores, ganaderos y proveedores en general. Por eso el Grupo ha dedicado 300 millones de euros al apoyo financiero de pequeños socios en nuestra cadena de suministro.  En España en concreto, Aguas Danone está realizando una donación de 180.000 litros de agua mineral al mes durante toda la crisis sanitaria. A través del programa de acción social que la compañía puso en marcha nada más comenzar la crisis sanitaria, “Alimentar por Amor”, estamos haciendo llegar agua mineral natural a ONGs, centros hospitalarios y residencias de ancianos, ayuntamientos y distribuidores. El negocio también se ha unido a la donación de aguas impulsada por el Banco de Agua Solidario de la Cruz Roja y la Asociación Nacional de Empresas de Aguas y Bebidas Envasadas.  No es posible decir en poco tiempo todas las acciones que se están haciendo, porque como España, cada uno de los países donde Aguas Danone está presente está llevando a cabo acciones de ayuda social. En resumen, la compañía en su totalidad se ha puesto manos a la obra para ser un actor positivo durante estos momentos tan complicados. No solo son palabras sino hechos. Y estos hechos son los que te hacen sentir orgullo de formar parte de un grupo así.  

¿Cómo cree que será el nuevo consumidor salido de esta crisis?

Por una parte, esta crisis ha acelerado tendencias que ya veníamos viendo. El nuevo consumidor va a estar más preocupado por su salud y por el planeta. Esta crisis nos ha enseñado lo importante que es estar sanos. Además, el confinamiento ha hecho que muchas personas pudieran ver sus ciudades realmente limpias de contaminación y eso es muy agradable. Vamos a querer vivir en ciudades menos contaminadas y vamos a querer cuidar más nuestro planeta.  Por otra parte, ha creado nuevas tendencias, para mí una de las más interesantes es que hemos redescubierto nuestras casas. Hemos visto que podemos trabajar desde casa, disfrutar estando en ella, comer como en un restaurante, pero hacerlo nosotros mismos. Todo esto tendrá obvias implicaciones para el gran consumo. 

¿Cuál cree que debe ser el papel de las marcas en este momento? ¿Qué mensajes cree que deben transmitir y cuáles no?

Durante toda esta crisis las marcas hemos tenido un papel fundamental. Al principio de la crisis, cuando los países empezaban a entrar en cuarentena, nuestro deber era apoyar a las autoridades sanitarias, con mensajes como “quédate en casa” y respeta las medidas de protección. Ahora que estamos saliendo de la crisis sanitaria, tenemos que cambiar de mensaje. Ahora lo fundamental es ayudar a que todos recuperemos el positivismo, a que volvamos a disfrutar. Eso tendrá un impacto positivo en la economía en general. 

¿Qué aprendizaje saca como profesional del marketing de esta crisis?

Esta crisis nos deja a todos grandes aprendizajes personales y profesionales. Nos ha enseñado que no controlamos todo, que la idea de que podemos controlar todo en nuestra vida no es cierta. Además, nos ha enseñado que el cambio es una constante, y que tenemos que estar preparados para el cambio. Aplicando esto a lo profesional, esta situación extraordinaria, nos ha hecho ver que nuestras marcas y nuestros productos tienen que evolucionar constantemente, rápido. Tenemos que forzarnos nosotros mismos a evolucionar antes de que el mundo nos obligue a hacerlo.  Por otra parte, esta crisis nos ha hecho pararnos a pensar, nos ha recordado que nada importa realmente si no tenemos salud. Nos ha hecho echar de menos el contacto humano. Espero que se mantengan los aprendizajes que nos ha dado, que nos recordemos siempre lo importante que es la salud, y la cuidemos. Y nos recordemos lo importante que es compartir con los nuestros, y los cuidemos.

Esta entrevista ha salido publicada previamente en el número 1622 de la revista Anuncios