
La directiva explicó que "a las mujeres no les gusta lamer sus dedos, que suenen demasiado alto al crujir cuando están en público ni llevarse a la boca los pequeños trozos rotos".
Enseguida, las redes sociales empezaron a recoger opinionies en contra de este producto solo para mujeres por considerar esta estrategia machista y obsoleta. Adweek recoge varias de las reacciones en este artículo.
Este artículo ha sido actualizado a las 13:05 horas