"Nadie podía decir hace diez años que íbamos a vivir la vida en nuestro propio mundo de ciencia ficción. Esto significa contar con varias realidades a la vez, compartir la vida privada y ser partícipes de las vidas de otros, con la particularidad de que lo que sucede en el mundo digital tiene su impacto en el real y viceversa. El ejemplo más representativo es el fenómeno de las noticias falsas de Facebook haciéndonos plantearnos qué es lo real hoy, porque tendencias y noticias que surgen en el mundo digital directamente influyen en el mundo real. Hasta el punto de que estas han llegado a repercutir incluso en las elecciones de los Estados Unidos, provocando que Mark Zuckerberg, fundador de Facebook, se replantee el propósito de su compañía, dada su capacidad de influencia a nivel global.


Mientras tanto, durante el período electoral en EEUU, Netflix aprovechaba este contexto para lanzar la nueva temporada de “House of Cards”, colocando a Frank Underwood en el debate presidencial por la Casa Blanca y generando una conversación en Twitter mucho mayor que el polémico Trump. Esta situación hace reflexionar sobre cuál es el valor de la verdad en estos días, cuando se cuestiona todo aquello que nos rodea. De ahí que las personas busquen cada vez más la verdad real y hayan proliferado multitud de nuevos formatos en directo sin filtros para dar respuesta a las demandas de la sociedad.

Se vive en ‘streaming’, lo que ha provocado el auge de la búsqueda de la realidad a través de los medios digitales, cambiando no solo las relaciones e interacciones entre las personas, sino también transformando la realidad para las marcas. Pokémon Go, que aparentemente era solo un videojuego, tuvo un impacto más allá y se convirtió en el fenómeno que cambió la forma de comportarse de miles de personas en la calle. Lo llamativo es cómo esta nueva concepción de la realidad ayuda a que marcas entren en nuevas conversaciones de una forma totalmente diferente a las preconcebidas. Es el caso de Missing People, una organización de Reino Unido que ha aprovechado este impacto para resolver un problema social, accediendo a un mundo ficticio para actuar y ofrecer soluciones frente a la desaparición de personas.

Por otro lado, las redes sociales se han convertido en una potente herramienta que ayuda a resolver problemas de la sociedad, pudiendo, por ejemplo, ayudar a sensibilizar a los más jóvenes sobre la adicción al alcohol. Este es el caso de Addict AIDE con su campaña “Like my addiction”. La campaña, protagonizada por una chica, muestra su vida en su canal de Instagram, que a simple vista es una vida similar a la de la mayoría de los jóvenes; pero todas las imágenes tenían una característica común, en todas aparecía una cerveza, una copa o una botella de alcohol. El mensaje es claro, utilizar los medios sociales donde se refleja la vida y la trayectoria de muchas personas, para atacar un problema.
En nuestros días, los mundos virtuales, digitales, sociales y ficticios se entrelazan entre sí, reconfigurando nuestra forma de entender la realidad e interactuar con el mundo. Ese es el mensaje de la última campaña de Instagram “Stories are everywhere”. Pero también este “todo en uno” cambia en la forma de trabajar de las personas, como es el caso del proyecto que han hecho Dell, Nike, Meta y Ultrahaptics, un diseño virtual sobre las próximas zapatillas del futuro, donde no necesitas unas gafas de VR para verlas en otra realidad, sino que con tus propios ojos y manos eres tú quien las crea, cambias y modulas el diseño de forma totalmente natural y real.

En resumen, las personas viven una sola vida, y no cinco diferentes a la vez, en distintos soportes, medios o formatos. El reto estriba en cómo las marcas actúan frente a este movimiento, siendo más honestas y más reales para que empiecen a convertirse en personas de verdad, que se equivocan y que también saben reaccionar para conectar de una forma más directa y humana".