A través de unas gafas de realidad virtual inmersiva, el fabricante o el distribuidor puede ponerse en la piel del comprador y analizar la experiencia de compra, el recorrido por la tienda, los llamados puntos calientes y fríos del punto de venta, la disposición de los productos, el impacto de las promociones y del ‘merchandising’ e incluso de los formatos y envases. Todo ello desde tres ángulos diferentes: los “ojos del comprador”, en modo avatar o desde un plano aéreo.

En definitiva, se pueden reproducir virtualmente las condiciones del acto de compra y analizar al comprador en el momento de la verdad para una correcta ejecución de las estrategias de implantación en tienda, ya sean del distribuidor o del fabricante o de ambos.

Hay que tener en cuenta que dos de cada tres decisiones de compra se toman en la tienda, por mucho que se haya planificado antes con una lista, ya que luego se meten en la cesta productos no previstos inicialmente. A ello hay que añadir las novedades, pues a cuatro de cada diez les encanta probar productos nuevos y los busca activamente en la tienda. Y sin olvidar a los “cazadores” de promociones, ya que un 37% se recorre la tienda a la caza y captura de las mejores ofertas. 

E igualmente importante es el cara a cara del comprador con el lineal. Se trata de un momento crucial y rápido, pues en el mercado de gran consumo se considera que un producto se hace notar si el comprador se fija en él en los cuatro primeros segundos, y atrapa la atención si se mantiene ante él los siete primeros segundos.

Las tres A

Todos estos hábitos y actitudes mencionados del comprador dan fe de la importancia de una buena experiencia de compra y de una correcta implantación en tienda, que son claves para el sector y cuyas respuestas las tiene el consumidor. Ahora, con SmartStore y para conocerlas, se puede simular el acto de compra, recabando información y analizando de una manera más eficiente, consistente y rápida las llamadas tres A: atención (lo que el comprador ve), atractivo (lo que piensa) y acción (lo que hace). Estos tres factores analizados por SmartStore muestran el impacto de la tienda y de sus productos en el comprador y en las ventas, es decir, si el producto acaba en su cesta, que es lo que los profesionales del gran consumo necesitan conocer, y ahora pueden hacerlo con antelación y mucha mayor fiabilidad.