En 2022, el consumo medio de televisión convencional fue de 190 minutos por persona y día, tres horas y diez minutos, lo que supone un descenso del 11% respecto al registrado en 2021, convirtiéndose, además, en el año de menor consumo histórico desde 1992, se explica en el informe elaborado por Barlovento sobre el comportamiento de la audiencia y la inversión publicitaria en televisión en 2022. Durante el pasado año, el consumo lineal fue de 176 minutos por persona y día (frente a los 199 de 2021 o los 192 de 1992), mientras que el consumo en diferido se situó en 7 minutos por persona y día (el 0,4% del consumo total de televisión), los mismos que registró el consumo de invitados (un minuto menos que el año anterior).

El consumo televisivo tradicional por espectador se eleva hasta los 302 minutos, un 6% menos que el año anterior. Mientras, el consumo híbrido pasa de 30 minutos por persona y día en 2021 a 36 minutos en 2022, un 16,7% más. 10,4 millones de espectadores sintonizaron cada día alguna de las modalidades de TV híbrida (internet a través del consumo de vídeo, el consumo de vídeo procedentes de aparatos de reproducción o videojuegos o radio TDT) y dedicaron un promedio de 155 minutos diarios a ello. De ellos, 1,8 millones de espectadores no sintonizaron en ningún caso con la televisión lineal tradicional, el doble que el año anterior. La suma del consumo televisivo tradicional y el consumo híbrido logra un total de 226 minutos por persona y día (sobre los 45,7 millones de individuos de 4 o más años que es el universo sobre el que se mide la audiencia). Otro dato aportado por el informe indica que casi 17 millones de españoles (algo más de un tercio de los 45,7 millones de espectadores posibles como público potencial de televisión) no encienden la televisión cada día.  Mientras, 28.829.000 personas sí ven la televisión cada jornada.

Plataformas

El informe recoge también cómo el auge del visionado de series y películas, preferentemente, en las plataformas de vídeo por streaming como YouTube, Netflix, Prime Video, HBO+ o Disney, son las principales responsables de la bajada de espectadores en la franja de noche: “se comprueba que de 21:00 a 24:00, la curva del consumo de las plataformas de vídeo en streaming crece de manera exponencial como reflejo de este cambio de consumo en el espectador de televisión. Baste señalar que Netflix, como también reseñaba el Estudio General de Medios, es recibida en casi 10 millones de hogares en España con un público potencial superior a los 22,5 millones de personas. O Prime Video, que cuenta con 6,5 millones de hogares y 15,2 millones de personas; Movistar +, que cuenta con 3,6 millones con un público potencial de 8,4 millones; HBO +, con 3,6 millones de hogares y equivalente a poder ser vistos por 8,2 millones, o Disney +, con 3,2 millones de hogares y 7,6 millones de público potencial, por sólo citar a las de mayor incidencia en el sector televisivo”, indica el informe.

En definitiva, cada hogar con suscripción al servicio de vídeo bajo demanda cuenta con casi 3 suscripciones de media a diferentes OTT´s, por tanto, con datos de EGM, el número de hogares con posibilidad de ver estas plataformas es de 12,9 millones, con un público potencial de casi 30 millones de personas. “Todo ello explicaría que la televisión convencional en su horario de máxima audiencia haya descendido 3 o 4 millones de promedio”.

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El análisis de Barlovento señala también que, en 2022, la inversión publicitaria en televisión se ha reducido entre un 4% y un 5%, situándose en torno a los 1.700 millones de euros, unos 80 millones menos que en 2021 y retrocediendo a datos de 2013 (el peor, se recuerda, de la crisis financiera de 2008) e incluso de los últimos años de la década de los Noventa.

Aunque, recuerda el informe, el efecto de la reciente crisis derivada de la pandemia se hace sentir en los datos de inversión en televisión en 2022, con independencia de ello, “lo que subyace en esta bajada tan acentuada” es que “estamos en una nueva era, una nueva sociedad como la digital, desde que Steve Jobs creara el iPhone en 2007 y transformara a toda la sociedad global. Conjúguese muy especialmente todo ello junto a la irrupción de otras modalidades de consumo televisivo-audiovisual a partir de internet: YouTube, Facebook, Netflix o TikTok como paradigma del radical cambio de consumo”. Así, afirman los responsables del estudio, “es la sociedad digital la que ha alterado la inversión publicitaria en la televisión tradicional mediante una excepcional transformación de la tecnología que ha posibilitado un cambio exponencial en el modo de consumir mediante la irrupción de nuevos dispositivos”. Y, en definitiva, “la razón de la menor inversión publicitaria en televisión está en la inversión destinada al apartado digital”.